EDITORIAL
El primer juicio oral fue un paso hacia el futuro
La definitiva puesta en funcionamiento del nuevo Código Procesal Penal de la provincia aún está lejos. Para que estos cambios sean realmente efectivos, será necesario implementar una serie de medidas profundas que requerirán inversiones presupuestarias importantes para la creación de nuevos cargos y la generación de una infraestructura adecuada.
Sin embargo, cuando a principios de esta semana un tribunal rosarino declaró culpable a una mujer acusada de matar a su marido con el pico de una botella, puso punto final al primer juicio oral y público de la provincia, dando un paso histórico y trascendente para la Justicia santafesina.
Este juicio oral se prolongó durante poco más de una semana, en la que la Fiscalía y los defensores expusieron sus pruebas e intentaron convencer a los jueces a través de sus argumentos. Si se comparan estos siete días con las demoras que suelen producirse en los juicios que continúan realizándose a través del sistema escrito, podría decirse que la decisión de la Justicia en este caso se produjo en tiempo récord.
El proceso fue seguido de cerca por familiares y allegados a cada una de las partes, por abogados del foro, integrantes del Poder Judicial y alumnos de Derecho. Todos quisieron estar presentes, todos buscaron la forma de ocupar una de las escasas 48 butacas de la sala para observar este primer juicio, sacar conclusiones, aprender y evaluar de qué manera adaptarse a un sistema que se consolidará con el tiempo.
En general, se trató de una experiencia positiva, aunque en este caso se puso en práctica una suerte de “sistema híbrido” en el que la instrucción (investigación) se realizó a través de los procedimientos escritos tradicionales.
Para que el nuevo Código Procesal Penal pueda ponerse en práctica, se deberán tomar decisiones cruciales. Entre ellas, surge la urgente necesidad de crear la Policía Judicial que trabaje directamente bajo la órbita de la Justicia y esté especializada en la investigación de los distintos casos. Actualmente, los magistrados cuentan con la colaboración de una policía que se dedica a indagar, pero también está abocada a la represión del delito y a la prevención.
Otro aspecto clave será el nombramiento y capacitación de nuevos fiscales, que serán los encargados de la recolección de pruebas y argumentos para exponer ante los magistrados en los juicios orales. Para ello, se necesitará de una infraestructura adecuada y un presupuesto acorde con las necesidades.
Para este primer juicio oral, se escogió y adaptó una sala de los Tribunales rosarinos. El lugar quedó chico para tamaña expectativa. Una vez que el nuevo sistema está en práctica, se calcula que en Rosario y Santa Fe se realizarán entre cinco y diez juicios diarios, por lo que las autoridades deberán pensar en inmuebles adecuados para tamaña necesidad.
En definitiva, éste fue un primer paso que necesariamente deberá preceder a otros en el largo camino para adaptar a la Justicia santafesina a los nuevos tiempos. Y ponerse en movimiento, siempre resulta positivo.