11.3°No le queda otra a Unión que empezar a ganar
Hay que dársela a Guerra
Tiene 11 goles en 20 partidos este ex delantero de Huracán cuyos gestos y condiciones técnicas son dignos de primera división más que del ascenso.
El preciso momento en el cual, después de enganchar y desparramar a los defensores rivales, Claudio Guerra la empuja al gol. En realidad, armó un golazo el 9.
Foto: Mauricio Garín
Darío Pignata
Haciendo “cartón lleno” en Santa Fe, donde ganó los tres partidos que jugó, y armando sus fortalezas. Con debilidades afuera: perdió con Instituto y Los Andes. A seis puntos del único objetivo posible, que es ese cuarto puesto que sortea un boleto a Primera con forma de dos partidos por Promoción. Falta mucho y tiene que ganar mucho el Unión de Quiroz.
“Tenemos que convencernos”, es la frase más usada y escuchada en el 15 de Abril. El técnico promete lucha, no tirar la toalla y pelearla hasta el mismo final.
El DT arrancó con una idea y terminó con otra. A esta altura, sinceramente, poco importan los dibujos tácticos y los nombres. Importa la estrategia, cómo llegar al final del camino en este par de meses que quedan por delante. Está claro que por números (Guerra) y juego (Pereyra), el bloque de ataque es intocable. Entonces, no queda otra que empezar a jugar para los dos puntas. Con Arrieta o sin Arrieta. Con un cinco o doble cinco. Con tres o cuatro atrás. Hay que armar los mecanismos para que la pelota llegue, de la mejor forma y lo más rápido posible, a los últimos metros del campo rival.
Hoy, el presente marca que César Pereyra juega y desequilibra; Claudio Guerra la emboca. Entonces, a la hora de eliminar pasos previos, lo aconsejable es dársela a Guerra. Hay que jugar para el 9. El mayor acierto de este calvario que es la Primera B Nacional en estos años pasa por la misma camiseta: el “Indio” Bazán Vera pagó con goles, la “Chancha” Zárate atrajo dólares y Claudio Guerra genera ilusiones.
“Teté” Quiroz, el técnico de Unión, admitió conocerlo desde los 17 años. El “Turco” Mohamed, técnico de Colón y “quemero” de alma, también habló de su punto fuerte: “Claudio es un gran definidor, le puede venir bien una ciudad como Santa Fe y cambiar de aire”.
La única receta que le sirve a Unión no ofrece demasiadas vueltas ni necesita de tantos ingredientes. Cerrar el arco propio atrás, correr en el medio hasta por los codos y dársela a Guerra para que se las arregle solito adentro del área de enfrente.
Anoche, hizo magia en un metro cuadrado: le enganchó a uno, le amagó a otro y la mandó a guardar. Antes, como no le llegaba, había bajado a buscar la bocha en el medio. Claro que, arrancando de tan atrás, el arco le queda lejos. Ahora, sin excusas, Unión sabe lo que tiene que hacer para ganar y acomodarse: hay que dársela a Guerra. Así de fácil.
