La presidenta habló en el Congreso
Cristina convocó a todos pero criticó al campo y a la oposición
En el discurso, casi no hubo anuncios. Aludió al crecimiento del país en un contexto de crisis internacional, pero pidió apoyo para evitar que el 2009 sea el peor año de los últimos cien. Reivindicó la resolución 125.

Seria y fría. Sólo con un apretón de manos, Cristina Fernández saludó al vicepresidente de la Nación, Julio Cobos.
Foto: Télam.
De la redacción de El Litoral
DyN-Télam
Durante casi una hora y cuarto, la presidenta de la Nación emitió su mensaje en el Congreso de la Nación, y dejó inaugurado el 127º período de sesiones ordinarias. Cristina de Kirchner ingresó al recinto acompañada por el vicepresidente, Julio Cobos, a quien saludó sólo con un apretón de manos.
En los primeros párrafos, describió la situación de crisis internacional por la que atraviesa el mundo, y la calificó como “inédita”. Al respecto, sostuvo tener dudas sobre “la capacidad intelectual” de los causantes de la crisis, para poder resolverla y superarla. En ese marco, adelantó que asistirá a la reunión del G-20, que se llevará a cabo en abril en Londres, con propuestas para caminar hacia un modelo que no se sustente en la subordinación de los países débiles o emergentes, sino en la cooperación. Instó a que se regule el sistema financiero mundial, y a que se supriman los paraísos fiscales.
“El acuerdo debe ser global -advirtió-. Será imposible la salida de modelos nacionales si la crisis se prolonga en el tiempo, porque terminará impactando a escala planetaria, y esto es una realidad incuestionable”. Según estimó, si la crisis financiera internacional se prolonga, su impacto convertirá al 2009 “en el año más difícil de los últimos 100”.
Tras la contextualización, la presidenta destacó que la crisis encuentra a la Argentina en su sexto año de crecimiento económico consecutivo, “el más importante de nuestros 200 años como Nación”. A propósito, resaltó que aumentaron todas las exportaciones, en torno básicamente, del sector manufacturero.
“Esto explica la baja del desempleo y la redistribución del ingreso que se produjo, generando trabajo y crecimiento para la economía. Esta es la comprobación de que el dinero por sí mismo no produce dinero, si no pasa por la producción”, sostuvo.
Otros puntos
Cristina Fernández aludió al conflictivo inicio de clases en varias provincias; dijo que las medidas de fuerza “perjudican a la educación y a los chicos”, pero también calificó de “insensato e injusto” que muchos dirigentes “sean benévolos con quienes más tienen, y no con los maestros”.
En materia de presupuesto para políticas sociales entre 2003 y 2009, destacó que hubo un incremento del 510%, y recordó el plan de infraestructura lanzado, al que definió como “el más importante que recuerde la historia”.
También dedicó un párrafo particularmente a los jubilados; ratificó el último aumento, mencionó el envío de la ley de movilidad jubilatoria, y le aclaró a la oposición que “no es bueno a veces oponerse por oponerse”. En ese contexto, llamó a los legisladores a “trabajar por los intereses” de sus representados, y les recordó que “tener calidad institucional no significa que los opositores voten o piensen igual que el gobierno nacional, sino que respalden aquellas cosas que mejoran la situación”.
En términos generales, fue un discurso sin anuncios; sólo dijo que enviará al Congreso el proyecto para modificar la actual Ley de Radiodifusión, a la que consideró como “una vieja deuda de la democracia”. No hizo mención a la nacionalización del comercio de granos y carnes a través de la creación de un organismo específico, aunque advirtió que se enviarán proyectos al parlamento este año, para crear “nuevos instrumentos que nos permitan intervenir en la economía, para preservar el trabajo y la generación de la actividad económica”.
Campo y convocatoria
Elípticamente, la presidenta aludió a lo largo de su discurso al sector agropecuario y al conflicto que signó su primer año de gobierno. En ese marco, reivindicó la polémica resolución que proponía elevar las retenciones.
“Si hoy la resolución 125 estuviera vigente, las alícuotas de los derechos de exportación serían inferiores a las actuales, y también habría compensaciones a pequeños y medianos productores y subsidios por fletes”, mencionó. A propósito de ello, instó a “hacer cuentas de cómo estarían los productores rurales”, si durante el conflicto con el campo, el Congreso hubiera aprobado la resolución 125. La presidenta atribuyó ese conflicto a quienes buscaban “tomar decisiones que descolocaran al Gobierno”.
También habló del campo, aunque sin nombrarlo, como el sector que mayor rentabilidad logró en los últimos años. “¿Quién puede hoy no comercializar sus producción y subsistir? Al contrario, el objetivo casi desesperante es mantener la venta y con ello la actividad económica”, ironizó la presidenta.
“Creo que es necesario -insistió- que esos sectores que por diversos motivos han podido tener una rentabilidad más que buena, en algunos casos extraordinaria, tengan, no la solidaridad por cuestiones de ética, sino por cuestiones de inteligencia y de sustentabilidad del propio modelo, para seguir creciendo y avanzando”.
De todas maneras, en dos oportunidades hizo una convocatoria tanto a los partidos políticos como a los demás sectores, para que “cooperen” y se sumen al esfuerzo para que el país pueda sobrellevar la crisis.
“Convocamos a todos los sectores y fuerzas políticas porque tenemos que hacer un gran esfuerzo. Sin arrogancias y con mucha humildad, este proyecto político merece algo de crédito porque hemos tenido resultados y muy concretos. No merecemos apoyo, sino comprensión y cooperación -dijo-, el nuevo verbo que tenemos que conjugar en la Argentina”.
La presidenta invitó así a “todos los partidos” a alcanzar la calidad institucional que reclama el país, y que consiste en que “cada dirigente ocupe el rol que deba ocupar y trabaje por los verdaderos intereses del país.
ADEMÁS
Satisfacción y advertencias
El titular del bloque de diputados kirchneristas, Agustín Rossi, se mostró “más que satisfecho” con el discurso de la presidenta y consideró que “el balance de la gestión es claramente positivo”. El mensaje “es para analizarlo y reflexionar, por el hincapié que hizo en los efectos de la crisis económica y la necesidad de que todos los argentinos trabajemos juntos para mitigar las posibles consecuencias, eso es lo trascendente”.
En tanto, el diputado peronista disidente Francisco de Narváez afirmó que Cristina Kirchner “se equivoca cuando dice que hay que sacarles a unos para darles a otros” y que “el verdadero gobierno tiene que administrar una correcta distribución, que todos crezcan”. Sobre la posible nueva Ley de Radiodifusión, opinó que “ojalá se haga en el marco de una discusión amplia y no como condición de apriete a algunos medios”.
Otro peronista disidente, Felipe Solá, celebró que la jefa de Estado haya pronunciado “un discurso no agresivo” y apoyó “el llamado a la concordia”, pero le recomendó “que gire y se dé vuelta, que va a tener a su esposo y ex presidente como autor del destrato”.
EL DATO
Hora de justicia
“La justicia debe hacer justicia” y “los juicios a quienes violaron los derechos humanos deben continuar y realizarse”, dijo hoy Cristina, ratificando la postura del gobierno en el tema y desafiando al Poder Judicial a movilizarse al respecto. “El Parlamento ha proporcionado los elementos necesarios para que esos represores sean juzgados, al igual que lo hizo el Ejecutivo. Es hora entonces de que la justicia dé respuestas. Es su hora y se viene demorando desde hace demasiado tiempo”, aseguró la presidenta.
El ente de comercialización de granos está en Radiolandia 2000. Se trata de una conjetura y nada más que eso”.
Aníbal Fernández,
ministro de Justicia.