Al abrir el período de sesiones
Macri atacó a los “sectores que pretenden extorsionar”
El jefe de Gobierno porteño acusó al gobierno nacional por su negativa a traspasar la policía y por el bloqueo de un bono para obra pública.

“No hay más espacios para egoísmos. El compromiso está del lado de la gente”, sostuvo el líder del PRO.
Foto: DyN
De la redacción de El Litoral
DyN
El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, abrió hoy las sesiones ordinarias de la Legislatura de la ciudad, con un discurso con fuertes acusaciones contra la Casa Rosada y una mención “a sectores que pretenden extorsionar”.
En un breve discurso, que leyó íntegramente durante 23 minutos y cosechó 17 aplausos, el mandatario comunal hizo referencia en varias oportunidades al impacto de la crisis internacional en la ciudad y planteó sus objetivos vinculados a la educación, la seguridad, el espacio público.
Las palabras del mandatario comunal, presentadas por la vicejefa de gobierno, Gabriela Michetti, fueron recibidas con críticas o frialdad por parte de la oposición, principalmente por la ausencia de referencias a si se decidirá o no el desdoblamiento de las elecciones y por la falta de rendición de cuentas de la gestión del año pasado.
El mandatario comunal acusó al gobierno nacional por la negativa a realizar el traspaso de la Policía a la órbita de la ciudad y por “el bloqueo” al bono con el que preveía financiar el año pasado la obra pública. “La ciudad arrastra una deuda de años en obras estructurales, lo que nos obliga hoy a multiplicar los esfuerzos. La crisis financiera mundial se suma al bloqueo del gobierno nacional de nuestra legítima capacidad de conseguir financiamiento, generando un panorama oscuro en este rubro para el 2009”, manifestó Macri.
“La no aprobación del bono es una ofensa a los vecinos de esta ciudad y, a esta altura, ya resulta difícil de entender, salvo que uno piense en motivaciones electoralistas. Espero que esta actitud se revierta, por el bien de los que vivimos y transitamos esta ciudad”, consideró.
Asimismo, condenó “la irracional negativa del gobierno nacional a traspasar la Policía con sus recursos” y abogó por que la Legislatura colabore en la “creación y formación” de la nueva Fuerza Metropolitana como “una política de Estado”.
Sobre el final del discurso, el jefe de Gobierno reveló que la administración porteña sufre “un ausentismo de más del 20 por ciento” y mencionó a los “médicos, enfermeras y maestras” como los sectores donde “se ausentan a trabajar sin el más mínimo descaro”.
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análisis
Un opositor
Facundo Chaves Rodríguez (DyN)
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, ratificó hoy ante la Legislatura de la ciudad su claro perfil opositor al kirchnerismo, en un año que estará signado por las elecciones nacionales y la crisis internacional.
Si bien sus principales colaboradores juraban que la intención de su discurso ante los diputados comunales no apuntó a subir la confrontación con el oficialismo nacional, Macri dejó en claro con palabras y gestos que busca ser la contracara del modelo político y económico que emana desde la Casa Rosada y la Quinta de Olivos.
El jefe de Gobierno llegó a un Palacio Legislativo ausente del folclore peronista que anidó en el Congreso, con sólo los funcionarios y un puñado de militantes que aplaudieron (quizás excesivamente) más los planes de gestión que las acusaciones contra el “bloqueo” que dice sufrir desde Balcarce 50. Sin embargo, las acusaciones contra “sectores que pretenden extorsionar”, a los que no identificó, hicieron recordar a las palabras y los silogismos que en más de una oportunidad se les escucharon a los Kirchner.
“Está claro que estamos en las antípodas de casi todo lo que plantea el gobierno nacional, pero no hubo una decisión de subir el tono”, explicaba, luego del discurso, un estrecho colaborador del jefe de Gobierno.
El “alcalde” de la Ciudad de Buenos Aires comparte con los diputados nacionales Felipe Solá y Francisco De Narváez la conformación embrionaria de una oposición nutrida, principalmente, desde el peronismo disidente, y sus palabras no fueron ajenas a ese universo.
Mauricio Macri padeció desde el inicio del discurso de casi un desdén de la oposición —tanto del kirchnerismo como de la Coalición Cívica— que le reclamó definiciones electorales y otras que tal vez habrían sido necesarias. La principal demanda fue que el discurso, sólo interrumpido por los aplausos, terminó a los 23 minutos sin que los porteños sepan qué va a pasar con el conflicto docente ni cuántas veces tendrán que votar este año.