Cuando la temperatura era insoportable en la tarde rosarina...
Apareció “Pirulo” refrescando a muchos y ahogando a casi todos
El partido se complicaba para Colón, perdía 1 a 0 y no le encontraba la vuelta, hasta que apareció el ex Central y, con un zurdazo cruzado, hizo callar a los miles de hinchas leprosos en el Parque Independencia.
Alberto Sánchez
Enviado especial a Rosario
Se le podrán encontrar decenas de defectos, y se le tendrían que corregir muchos de ellos, sobre todo en lo que tiene que ver con las cuestiones frías del reglamento, algo que de a poco y con los años se está tomando en cuenta. Así y todo, con carencias y errores, el fútbol es sin dudas uno de los deportes más hermosos. Ayer quedó demostrado en el Parque Independencia de Rosario. Está bien, lo sufrió Newell”s Old Boys a 15 minutos del final, pero así es el fútbol, por eso gusta tanto y genera que, por ejemplo, una división de honores le duela más a unos que a otros.
Es que tenía todo para ganar el equipo de Roberto Sensini, se había puesto en ventaja tempranamente con el gol de Juan Quiroga a siete minutos del inicio, más el estadio repleto de hinchas locales enloquecidos por el buen presente “leproso”, y el control del juego y la pelota más tiempo que Colón. Sin embargo, terminó masticando bronca porque con el empate se quedó sin los tres puntos que le habrían significado seguir liderando el campeonato por lo menos una fecha más.
Pero lo peor de todo, para Newell”s y, más que nada, para la gran cantidad de sus hinchas asistentes al “Coloso”, fue que el autor de tal amargura haya sido un “canalla” de alma como lo es Germán Rivarola.
¿Se acuerda de uno de los más ricos jugos de frutas que se fabricaba en nuestra ciudad hace unos años? Ayer, por primera vez en todo el cotejo, se la “jugó Pirulo”, apareciendo por la izquierda, a los 35 minutos del segundo tiempo, y con un remate cruzado de zurda, abajo, bien cerca del caño izquierdo de Peratta, “empalagó” a los cerca de 2.500 simpatizantes sabaleros presentes, e hizo callar a medio Rosario.
En la tórrida tarde vivida ayer en la “Chicago Argentina”, para el rojinegro santafesino, “Pirulo” fue un dulce bálsamo refrescante; para el rojinegro rosarino, “Pirulo” fue el trago más amargo que jamás imaginaron probar.
Mal... pero mejorando
Lo dijo el “Turco” Mohamed al terminar el encuentro: “El gol de ellos, apenas empezado el partido, nos obligó a cambiar todo lo que habíamos hablado”. Es lógico, sobre todo porque seguramente la idea era aguantar el envión de los primeros 15 minutos de parte del local.
Pero a los 7, dentro del área chica, increíblemente solo, el defensor Quiroga aprovechó una distracción defensiva en la segunda jugada tras un córner (la había bajado de cabeza Insaurralde), y con un toque corto venció a Pozo y puso en ventaja a Newell”s.
De ahí hasta la media hora de juego, Colón se mostró muy nervioso, como si la apertura del marcador lo hubiese desarmado psicológicamente. Perdió mucho por las bandas, por las cuales Sperdutti y Vangioni, por derecha y por izquierda, superaron a “Nico” Torres y Chitzoff, respectivamente, cargando de trabajo a los zagueros centrales sabaleros.
Menos mal que Gabriel Brazenas paró el encuentro para que los protagonistas se refrescasen. Fueron un par de minutos aprovechados muy bien por Mohamed, que tranquilizó a sus jugadores, los ordenó, los levantó anímicamente. De esa manera, culminó la primera etapa, con Colón algo mejorado, incluso con un par de situaciones como para igualar, pero lo más importante, sabiendo que todavía quedaba un tiempo como para cambiar la historia.
Igual... pero festejando
Aunque sin ser la visita el dominador excluyente de las acciones, el complemento empezó como terminaron los primeros 45 minutos. Ya con Sciorilli en lugar de Chitzoff desde el arranque, el “Turco” pretendía algo más de profundidad. Precisamente, una buena jugada entre el ex River y Oyola culminó con un potente remate del “Bichi” Fuertes que contuvo Peratta en el primer palo, cuando, quizás, hubiese sido preferible cruzarla.
El intenso calor no tardó en hacer mella en los protagonistas, por esto es que el nivel de juego al promediar la segunda etapa fue decayendo. Se prestaban el balón, unos a otros, y la fiesta estaba mejor en las tribunas locales que en el campo.
Nuevamente el árbitro Brazenas detuvo el cotejo para el refresco, y otra vez las indicaciones del técnico rojinegro santafesino. Daley Mena ya había ingresado por un fatigado Fabián Castillo, dándole más dinámica al ataque colonista. Igualmente el tiempo se acortaba y las cosas no salían.
Pero llegó la equivocación de Rivarola en la media cancha, quien perdió la pelota y la posterior recuperación, el toque a Fuertes un par de metros fuera del área, el “Bichi” la aguantó y se la tiró para que el zurdo sólo la tuviera que acomodar y definir con un disparo rasante, al caño más lejano, el izquierdo de Sebastián Peratta.
Ese zurdazo determinó que la décima parte de los asistentes al “Coloso” se hicieran escuchar como nunca en toda la calurosa tarde. “¿No podía haber sido otro el autor de ese zurdazo? ¿Tenía que ser justo Germán Rivarola?”, habrán sido las preguntas de los “leprosos”.
No había cumplido una buena tarea, pero “Pirulo” le sacó el “jugo” a un remate y refrescó dulcemente el viaje de vuelta por la autopista hacia Santa Fe. Para Newell”s, fue una “canallada” de Rivarola, aunque habría sido peor si hubiera entrado el cabezazo de Mena, que increíblemente el colombiano desvió a minutos del epílogo del partido.

¡Tomá, “Pirulo”!
Así arrancó el empate de Colón. El “Bichi” Fuertes recibió el balón de Germán Rivarola cerca del área, se dio vuelta, lo esperó a “Pirulo” y se la tiró...
Foto: Agencia Rosario

¡Gracias, “Bichi”!
Lo “único” que tuvo que hacer Rivarola, tras la excelente habilitación de Esteban Fuertes, fue acomodarla antes de rematar al arco de Peratta.
Foto: Agencia Rosario

¡Al desnudo!
Rivarola ya está en el suelo, torso al aire, festejando su gol. Fuertes y Sciorilli lo abrazan, Goux se acerca y Mena se aleja. Fue la mejor “canallada” del ex Central, que fue chiflado toda la tarde.
Foto: Agencia Rosario
LA CLAVE
Tres Torres
Las planillas oficiales del partido jugado ayer en el “Coloso” del Parque Independencia decían que, por el lado de Newell”s, Leandro Torres ocupaba un lugar en el banco con el número 23; en tanto, la camiseta 19 de Colón, como titular, era de Nicolás Torres. Pero realmente, había otro “Torres” en el estadio, también jugador profesional, mediocampista zurdo, con sangre “leprosa” corriendo en sus venas, pero que en este momento defiende los colores antagónicos a los de barrio Centenario.
EL DATO
Todo normal
Se había hablado mucho sobre los potenciales problemas entre las hinchadas de Newell”s y Colón. Sin embargo, el operativo fue calificado de exitoso, dado que no hubo problemas en ningún momento. Según pudo saber El Litoral, los efectivos utilizados para el operativo llegaron a los 800, entre adicionales y oficiales en jefe. Asimismo, la fuente consultada señaló que no hubo detenidos. Lo que es válido destacar, fue el gran acompañamiento que tuvo Colón: unos 3.000 hinchas.
ADEMÁS
Detrás del “Bichi”

El Litoral le realizó un seguimiento al goleador histórico de Colón, Esteban Oscar Fuertes, que, tras 97 minutos de juego, arrojó el siguiente resultado: fue víctima de una falta y cometió también una; le cobraron seis off side; remató al arco en dos oportunidades, ambas atajadas por Peratta; ocho veces tocó la pelota a un compañero, mientras que se equivocó en tres pases, y perdió el balón en tres ocasiones ante un rival. En cuanto al duelo mantenido con los defensores locales en el juego aéreo, perdió siete veces y ganó cinco. Definió bien en la que le tocó ante Peratta, pero el arquero se la tapó brillantemente, y la asistencia de gol a Rivarola fue estupenda. No hizo goles, pero su actuación no pasó desapercibida. Eso sí, por momentos se fastidió mucho con los asistentes de Brazenas.