LLAMADOS INTIMIDANTES
Volvieron a amenazar al procurador general de la Corte Suprema
El funcionario asegura que lo llamaron el miércoles, y que anoche las amenazas se repitieron. En las últimas semanas, Agustín Bassó impulsó el juicio político contra tres jueces, y las investigaciones sobre secuestros extorsivos en el departamento La Capital.

Bassó denunció lo ocurrido ante la Oficina NN, y el caso está en manos del juez de Instrucción Julio César Costa.
Foto: Archivo El Litoral
De la Redacción de El Litoral
Las amenazas se iniciaron el miércoles. El teléfono del domicilio particular del procurador general de la Corte, Agustín Bassó, comenzó a sonar insistentemente. Al atender, una voz anónima advirtió: “Así que ahora sos el paladín de la Justicia, pero cuando eras juez durante la dictadura, nunca te preocupaste por las desapariciones, ni por los muertos”.
Al día siguiente, Bassó denunció lo ocurrido ante la fiscal NN, María del Carmen Bertone, quien inmediatamente puso en conocimiento de la situación al juez de Instrucción de turno, Julio César Costa.
Sin embargo, las amenazas continuaron anoche, aproximadamente a las 22. Una y otra vez el teléfono sonó y las advertencias subieron de tono. “¿Vas a aguantar lo que se te va a venir?”, fue la pregunta anónima. En un momento de la noche, Bassó optó por desconectar el teléfono.
Las amenazas denunciadas por el procurador se producen en un contexto particular. Desde principios de este año, Bassó viene impulsando una serie de investigaciones sobre distintos casos de secuestros extorsivos, de los que se habla con insistencia en el departamento La Capital.
Uno de ellos tuvo como víctima al hijo de un empresario del rubro de los frigoríficos, que vive en Arroyo Aguiar. El otro, a un vecino de la ciudad de Santo Tomé. Los rumores insisten en la existencia de otros casos, pero hasta el momento ninguno de ellos pudo ser probado.
La causa del secuestro de Arroyo Aguiar recayó en principio en el juez de Instrucción Pedro Guevara. Pero Bassó dispuso que la investigación pasara a manos de la fiscal Bertone. Con respecto al secuestro de Santo Tomé, está en manos de la fiscal federal Cintia Gómez, aunque el procurador insiste en que sea investigado por la Justicia Provincial.
Jueces sospechados
Pero esto no es todo. Las sospechas que recaen sobre el accionar de tres jueces de la provincia, también lo tienen a Bassó como protagonista.
El procurador solicitó formalmente la apertura de un juicio político contra los jueces Mauricio Frois y Pedro Guevara, con el objetivo de que se evalúe la posibilidad de destituirlos y, de esa manera, puedan ser investigados penalmente por delitos tales como incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos, prevaricato y abuso de autoridad.
Ambos magistrados vienen siendo investigados desde el año pasado por el presidente de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Julio De Olazábal, quien detectó cuantiosos elementos que incrementaron las sospechas. Un relevamiento solicitado por el procurador Bassó arrojó resultados que, por lo menos, pueden ser catalogados como sorprendentes: entre 2006 y 2007 prescribieron en el juzgado de Frois alrededor de 600 causas. Del total, en 306 casos no se respetaron los plazos legales para decidir, y en otros 287, se detectaron “irregularidades de tramitación”.
Pero tal vez el dato más llamativo sea, que gran parte de estas causas prescriptas, tuvieron la participación del mismo fiscal, Pedro Guevara, quien nada hizo para evitar dichas prescripciones. Guevara se desempeña ahora al frente del Juzgado de Instrucción de la Primera Nominación.
Frois y Guevara no son los únicos jueces sospechados. Lo que comenzó el año pasado con tres denuncias realizadas contra el juez de Tostado, Julio César Clementín, derivó en que Bassó solicitara también la apertura de un juicio político a dicho magistrado.
El año pasado, tres mujeres denunciaron a Clementín por el supuesto delito de coacciones. Concretamente, dijeron que el magistrado les había solicitado favores sexuales a cambio de mejorar su situación legal en expedientes que las comprometían. Las declaraciones realizadas ante el fiscal José Antonio Mántaras por estas mujeres, derivaron en una causa en la que se investigan “amenazas o amedrentamiento”.
Pero mientras Frois, Guevara y Clementín sigan siendo jueces, no podrán ser investigados penalmente, ya que cuentan con fueros que impiden ser imputados e indagados. Por ese motivo, se solicitó la apertura de estos jury, para saber si incurrieron, o no, en algún tipo de delito.
Ahora se espera que el juez Costa analice las llamadas telefónicas entrantes al domicilio particular del procurador Bassó, quien desde 1978, fue juez de Sentencia en Melincué; desde 1983 cumplió la misma función en Santa Fe, y a partir de 1989, se desempeñó como camarista penal.