11.3°Amenazas, golpes y simulacros de ejecución
Violento asalto en inmobiliaria céntrica
El atraco fue comandado por dos sujetos armados. Las víctimas fueron sometidas a golpes y amagos de muerte. Se llevaron más de 15 mil pesos, también dólares y algunas alhajas.
Ricardo Veglia, titular de la firma, con uno de los precintos con los que fue reducido. El empresario formuló duras críticas a la labor de la policía, tras el suceso.
Foto:Danilo Chiapello
Danilo Chiapello
Dos delincuentes concretaron ayer un violento atraco en una inmobiliaria céntrica donde robaron una importante cantidad de dinero en efectivo incluida una suma en dólares y otros elementos de valor.
El grave episodio -que implicó golpes y simulacros de ejecución- ocurrió ayer poco antes del mediodía y tuvo lugar en plena zona céntrica, más precisamente en la inmobiliaria Ervic, que se ubica en Moreno 2992, esquina con 4 de Enero.
La previa
Si bien la acción delictiva se consumó cerca de las 11, el golpe comenzó en realidad unas horas antes -a las 9- cuando dos sujetos se presentaron en el negocio y se mostraron interesados en el alquiler de una vivienda. Esta primera visita no tuvo ningún ánimo comercial, sino que el objetivo era observar el movimiento de personas que tenía el negocio.
Los supuestos clientes tenían las siguientes características: uno era robusto, morocho, de pelo corto tipo “pinchudo”, castaño oscuro. El otro era muy flaco, desgarbado, con rasgos filosos en su rostro, también de pelo oscuro.
La mañana siguió su curso y antes del mediodía ambos individuos volvieron a concurrir al lugar. Claro que ahora fueron decididos a mostrar sus verdaderas intenciones.
Así, uno de los rufianes irrumpió en una de las oficinas, donde se encontraba Ricardo Veglia, titular de la firma, quien es además abogado, docente universitario y presidente de la Cámara Inmobiliaria de Santa Fe (Cisfe). Mientras, el otro delincuente, hacía lo propio en otra dependencia donde sorprendió a la esposa de Veglia, Marta Kessel, que en ese momento se encontraba junto a una clienta.
Pesadilla
A partir de entonces, los malvivientes tomaron el control total del lugar, lo que significó una verdadera pesadilla para las víctimas, que fueron maniatadas con precintos plásticos y sometidas a castigos físicos y psicológicos.
Quien llevó la peor parte fue Veglia, en cuya persona se concentraron los ataques más virulentos de ambos ladrones.
“Queremos la plata y nos vamos”, o “si no aparece la plata te vamos a matar”, fueron algunas de las expresiones vertidas contra el empresario, el que fue obligado a permanecer acostado en el piso, boca abajo, mientras era golpeado a patadas.
Juegos de muerte
Pero lo peor sobrevino cuando uno de los rufianes decidió aumentar la presión contra sus víctimas, en concreto contra Veglia. Para ello apoyó el cañón del arma en la cabeza del empresario y accionó el gatillo. El clack del percutor golpeando en el vacío (no salió balazo alguno) retumbó en toda la habitación y dejó petrificada a la víctima.
No conforme con ello el delincuente llevó a Veglia hasta otra dependencia. El trayecto se hizo a los golpes y bajo frases intimidantes e insultos.
Fue entonces cuando el caco subió la apuesta en su juego de muerte. “Esta vez va en serio. Voy a contar hasta tres. Y si no me decís dónde está la plata te ejecuto”, fue la terminante orden impartida.
El macabro conteo llegó hasta 2. Acto seguido, los rufianes se hicieron de un botín cercano a los 15 mil pesos en efectivo. También se llevaron 500 dólares, un reloj, tres anillos de oro, una pulsera de oro, tarjetas de crédito y una réplica de pistola Glok de aire comprimido.
Indignación
Lo que quedó después del atraco fue una amarga sensación, relataron hoy Veglia y su esposa, en diálogo con este diario.
“Es muy desestabilizante saber que un delincuente tuvo a su merced tu vida. Que estás vivo porque a ellos se les ocurre. Eso desmoraliza a cualquiera”, relató el empresario. Agregó que él mismo empuñó un arma e intentó correr a los malvivientes, aunque éstos ya estaban lejos.
“Para colmo de males -agregó- el papel jugado por la policía fue lamentable”. “Vinieron, armaron un circo bárbaro en la calle y después no vino más nadie. Nos dijeron que no tocáramos nada, y ellos manosearon todos los picaportes, todos los muebles. Nos dijeron que luego iba a venir la policía científica, y hasta ahora no vino nadie”, sentenció.
EL DATO
El bueno y el malo
Uno de los rufianes que comandó el robo a la inmobiliaria Ervic cambiaba de modo constante su rol en el asunto. Así, por momentos se mostraba comprensivo, respetuoso (el bueno). Acto seguido, realizaba acciones de una violencia extrema, con insultos, amenazas y golpes (el malo). “En esos momentos, no sabés en manos de quién estás. La vida se te puede ir en un segundo”, narraron hoy las víctimas.
