Carlos Felice Fioravanti, titular de Ospat
“Hay que trabajar mucho más
sobre el concepto de salud”
El dirigente turfístico viene abogando desde hace años por una concepción diferente en la gestión de la seguridad social, basado en el uso eficiente de los recursos.
De la redacción de El Litoral
Carlos Felice Fioravanti es secretario general de la Unión de Trabajadores de la Actividad del Turf y Afines (Utta, heredera de la Federación Argentina de Trabajadores del Turf, Fatt), y ejerce también la presidencia de la Obra Social del Personal de la Actividad del Turf (Ospat), lugar desde donde propugna un modelo alternativo en la gestión de la seguridad social.
En diálogo con El Litoral, el dirigente repasó el devenir de las obras sociales en el último tiempo, y afirmó: “En los últimos diez años, el proceso de desregulación de obras sociales sindicales en la seguridad social significó el déficit de atención que venía padeciendo el trabajador a partir de muy malas experiencias sanitarias, en cuanto a la calidad y la atención médica. El mercado hizo que se mejorara en mucho la optimización del recurso económico y del servicio de salud”.
Una experiencia concreta
Justamente, esa apertura permitió a la organización que preside el abrirse a la comunidad en general: “Ospat es un modelo distinto: es una Obra social del Personal de la Actividad del Turf que se mantiene desde el comienzo de la desregulación en el quinto lugar. Nosotros lo que hicimos fue eficiente gestión, que implicó un crecimiento permanente sin tener un acuerdo con prepagas: eficientizando el recurso y destinándolo a la presentación del servicio una obra social puede ser eficiente en un sistema que es bastante ineficiente”.
Así describe la idea articuladora de esta obra social: “Nuestro modelo es asociativo desde el financiamiento y el prestador, con la asociación de sanatorios y clínicas de cada provincia. Tenemos modelos muy exitosos en Rosario, Mendoza, Misiones, Neuquén; donde somos líderes como obra social, teniendo como efector a un reconocido prestador local. El el último año el Policlínico Modelo Cipoletti (prestador en Neuquén) fue distinguido a nivel nacional; Rodríguez, el de San Juan, fue medalla de honor de Confeclisa (Confederación Argentina de Clínicas, Sanatorios y Hospitales); Carlos Pessa de Sanatorios 9 de Julio de Tucumán fue reconocido por su lucha contra la pobreza”.
Conocedor del medio, no deja de confrontar: “Hay una falacia con el famoso “descreme”: muchos sacaban a promotores como las AFJP y buscaban a gente joven de sueldos altos, que aportan más de lo que consumen, tienen salud. Nosotros apuntamos a sectores medios bajos; y nos preocupan una serie de patologías que por la innovación tecnológica implican la supervivencia de casos que antes eran límites: como por ejemplo parálisis cerebral e hidrocefalia en niños”.
El destino de los recursos
Felice aclara que “soy un dirigente sindical, pero estoy en fuerte contradicción contra lo que fueron los últimos 20 años de dirigentes sindicales. Tiene que haber una renovación sindical cierta: hoy el dirigente cambia solamente si se muere. Conozco un montón de dirigentes que son capaces de provocar un cambio; lo que pasa es que no tienen espacio, es muy difícil que te lo cedan”.
Por otra parte, explica que es clave el trabajo de prevención, que se relaciona con una mejor administración de los recursos. “Hay que trabajar más sobre el concepto de salud que de enfermedad. El gasto sanitario en la Argentina se vuelca a los dos o tres últimos años de la vida útil de un tipo. Y en realidad tenés que trabajarlo desde los 30 años: en actividades preventivas, en eliminar factores de riesgo, lo que en otros países ha implicado que aumente la calidad y la expectativa de vida”.

Vehemente: el dirigente es muy claro en la defensa de sus ideas.
Foto: Amancio Alem