El último dueño de la planta de faenamiento clandestino allanada el viernes en el barrio Las Flores, Jorge Yosen, se presentó esta mañana en la jefatura de policía para aclarar su situación.

Acompañado por su abogado, el comerciante prestó declaración indagatoria y, según trascendió, habría negado toda vinculación con la carnicería de calle Larguía al 8700.

En su descargo, Yosen apuntó que alquiló el negocio hace dos meses y que desde entonces desconoce toda actividad que pueda realizarse en el interior del local.

Agregó, además, que se presentó a la policía ante los comentarios que son de dominio público, y que no lo hizo antes porque no había sido debidamente notificado en tiempo y forma.

No obstante ello fuentes confiables revelaron que Yosen podría quedar como imputado por infracción a los artículos 59 y 119, inciso C, del Código de Faltas de la provincia.

En tanto, al cierre de esta edición otra noticia causó un verdadero revuelo: restos de un caballo, presuntamente faenado, fueron hallados enterrados en el patio de tierra de una vivienda de calle Pedro D. Colodrero al 1755.

El hecho tomó estado público gracias a la denuncia de los vecinos que dieron el aviso ante el insoportable olor nauseabundo que emanaba desde la casa. Así fue que los hombres de la Brigada Ecológica junto a los agentes de la seccional 5ta. hicieron un allanamiento.

Al parecer, la finca habría sido ocupada ilegalmente por un sujeto, el que permanece en condición de prófugo desde hace varios días.

(SUCESOS).