Cada 4 de diciembre se celebra el Día de la Publicidad en la Argentina. La fecha remonta al año 1936 cuando se realizó el Congreso de Publicidad en Buenos Aires. Esta jornada tuvo como objetivo promover la inclusión de esta disciplina en el sistema de educación argentino. El Litoral sale a las calles santafesinas en 1918, por esos años la población del país era de unos 8.800.000 habitantes, en 1930 llegaba casi a los 12 millones. El aumento de población y del salario real eran cruciales para un consumo interno masivo de parte la clase media y los sectores populares con cierto nivel de instrucción, capaz de leer e interpretar un aviso publicitario. En ese año había unos 18.000 docentes y poco más de 628.000 estudiantes en la escuela primaria; en 1929 llegaban respectivamente a 53.600 y más de 1.400.000. En ese contexto socio-económico, la publicidad invade todas las esferas de la vida social a través de los medios gráficos. El soporte económico de los mismos estaba dado en la recaudación generada por los avisos publicitarios y no por la venta, aunque ésta cumplía el rol de ser la que aportaba el tamaño del espacio de lectores: cuantas más personas compraran un diario, más caros serían los anuncios. El investigador Fernando Rocchi de la Universidad Torcuato di Tella, quien desarrolló una investigación sobre la evolución del sector publicitario en Argentina, afirma que en la década de 1920, se produjo un cambio significativo en la evolución de la publicidad comercial en la Argentina. Un grupo de agencias publicitarias comenzó a incorporar redactores (copywriters) y diseñadores. Este cambio llevó a que los publicitarios intenten crear un campo profesional de expertos publicitarios. A continuación, una selección de los mejores avisos publicitarios que salieron publicados en Diario El Litoral en el siglo XX.
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