
Este domingo, el seleccionado de Dinamarca se colgó la medalla dorada en Handball masculino tras dar el batacazo y derrotar a Francia por 28-26.
Los daneses lograron subirse a un podio olímpico por primera vez en su historia y le pusieron punto final a la época victoriosa de Francia, quien era el gran candidato a ganar la final para conseguir el tricampeonato. Daba la sensación que no iba a haber lugar a sorpresas en el Arena del Futuro, estadio que en los próximos días será desmontado y sus materiales serán utilizados para construir cuatro escuelas públicas. El comienzo del primer tiempo fue a favor de los franceses, hasta el minuto 12, donde Dinamarca se puso por primera vez arriba en el marcador. A partir de allí se fueron prestando la ventaja, cada pequeño error significaba un gol y el encuentro ya demostraba estar a la altura de una final olímpica por su ritmo, intensidad y paridad. El primer parcial finalizó 16-14 a favor de nórdicos, fue tan elevada la efectividad en ataque de ambos equipos que anotaron un gol por cada un minuto de juego. De esta forma se fueron al descanso, los franceses todavía no estaban preocupados por el marcador, dos tantos de ventaja no son una diferencia abismal en un deportes tan dinámico como el Handball. Tal vez si preocupaban los ataques rivales y la poca regularidad en defensa, un aspecto que los destacó durante la competencia. En el segundo tiempo mermó el ritmo del tanteador en comparación a la primera parte. Dinamarca concentró sus esfuerzos en mantener el bloque defensivo y elaborar con mayor precisión los ataques. Los franceses nunca lograron volver a estar arriba en el tanteador y hasta se encontraron cinco goles debajo de los daneses a tan solo 2 minutos del final del encuentro. La embestida de los últimos minutos no alcanzó ante un seleccionado que ya manejaba los tiempos del partido, lo dominaba y minuto a minuto se sentía más cómodo. La desesperación por descontar rápidamente le jugó en contra a Francia. Los últimos intentos de Nikola Karabatic, el mejor jugador del mundo, fueron en vano frente al arquero Landin Jacobsen. La bocina que marcó el final desató la locura de los jugadores daneses, la hazaña se había consumado. Los rostros de los jugadores franceses se llenaron de pena y amargura, el tricampeonato se les terminaba de escapar. Sin embargo, saludaron y felicitaron respetuosamente al campeón, un gesto habitual en el Handball, cualquiera sea el resultado y la competencia. Poco se le podrá reprochar al seleccionado galo, ya que demostró, por momentos, jugar un Handball casi perfecto y además es el actual campeón del mundo. Las figuras del encuentro fueron Mikkel Hansen, con 8 tantos y el arquero Landin Jacobsen con apariciones importantes en momentos oportunos, ambos del seleccionado danés. Medalla de bronce para Alemania Por su parte, previo a la final, Alemania se quedó con la medalla de bronce tras vencer a Polonia 31 a 25, en el encuentro que definía el tercer y cuarto puesto. Recordemos que en las semifinales los alemanes perdieron en el último segundo con Francia, mientras que Polonia cayó ante Dinamarca por 29 a 28.
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