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La “media lucecita” de Aliendro con un bombazo de aquéllos...

Un golazo abrió lo que parecía empate

Colón fue largamente superado en el arranque pero luego lo emparejó, aunque sin mostrar una imagen convincente. Quiso pero no pudo. Pero el que lo logró fue Atlético, que en el final consiguió lo que tanto buscó en el principio y que luego se le complicó.

Un golazo abrió lo que parecía empate

“Ayudín”, travesaño y golazo. Es la receta que usó Atlético Tucumán para volver a ganar por el campeonato local después de seis meses y siete partidos. En el primer gol, además del “fusil” de Abero, hubo una clara infracción por planchazo contra Leo Burián en la jugada previa. En el segundo, otra vez le hacen un gol a Colón desde afuera del área, sin cobertura de rebote, como ya había pasado contra el San Pablo en el Brigadier López. En los dos gritos tucumanos, el del “Ayudín” y el golazo, el punto en común fue el travesaño.

 

Enrique Cruz (h)

Enviado Especial a San Miguel de Tucumán

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La diferencia fue chiquita, muy escasa, mínima. La concretó Aliendro con un golazo tremendo, sacudiendo el travesaño y la red de Burián con un bombazo de sobrepique desde afuera del área. Vale la pena contarlo porque fue un golazo que, a esa altura, pareció sacado de otro contexto, de otro partido. Iba derechito al empate y no iba a estar mal, más allá de que se acepta cierta superioridad de Atlético en el trámite. Chiquita, pero superioridad al fin. Pero las pocas luces que se encendían en el segundo tiempo no alcanzaban para iluminar a ninguno de los dos. Ni tampoco al partido, atractivo en el primer tiempo y languideciente en el complemento. De todos modos, el resultado final no condiciona el análisis que podemos hacer de este Colón bamboleante y complicado cuando sale a buscar otra clase de protagonismo.

Domínguez dijo en la semana que se puede “controlar un partido sin necesidad de tener la pelota”. Es un concepto discutible —como casi todo en fútbol, donde lo único absoluto es el resultado— pero que se puede entender. Sin ir muy lejos, Francia, el campeón del mundo, fue un equipo que ganó sin objeciones el título, “perdiendo” con casi todos sus rivales en eso que se llama “posesión de pelota”.

De todos modos, tener o no tener la pelota es un rasgo que termina distinguiendo a un equipo. Lo conceptualiza. Lo rotula. Y entonces, la pregunta sigue siendo la misma: ¿cuál es el camino elegido por Domínguez?, ¿hacia dónde apunta el técnico de Colón?

Hasta ahora, lo que le salió bien fue esa postura defensiva pero firme y sólida de las versiones ante el San Pablo. Allí se descubrió un rumbo, una estrategia definida. Se esperó replegado para contragolpear. Y le salió bien, porque incluso pudo no perder en los 90 minutos de la revancha que se jugó en el Centenario. El tema fue lo otro. Tratar de explicar qué se hizo en el primer tiempo ante Patronato, en los 90 minutos ante Tigre y si bien con los tucumanos hubo una mejoría en función del partido del domingo pasado —absolutamente necesaria por otra parte—, la realidad es que no se jugó bien.

¿Se pudo empatar?, sí, claro. Fue el resultado que parecía más adecuado al trámite, sobre todo en el segundo tiempo. Porque en el primero fue un poco más Atlético. A Colón le costaron 20 ó 25 minutos de inestabilidad hasta emparejar el partido. Sufrió bastante en defensa, lo atacaron mucho por el flanco derecho (el ala que defienden Toledo y Godoy), no hubo suficiente contención en el medio y se dio una posible “lógica” en el partido: que Atlético domine el juego sólo por mayor presencia de mediocampistas. Los cinco de Atlético pudieron más que los “tres y medio” de Colón, en un sector en el que el equipo sufrió también la ausencia de Fritzler, aunque esto no vaya de ninguna manera en detrimento de lo que aporta el incansable Bastía.

Aun cuando logró emparejar el partido, Colón mostró dificultades en el manejo de la pelota. Flojo lo de Heredia y sin ninguna gravitación en Alan Ruiz, todo pasaba por algunas apariciones de Estigarribia y esos pelotazos que a veces se hacen muy repetitivos en la búsqueda de Correa, ahora apoyado por Leguizamón.

Esta fórmula, la del pelotazo, puede ser importante y nadie la discute. Ocurre que a veces parece ser la única que utiliza Colón y por más que sea una tentación, no puede caer en la repetición porque en ese caso pierde sorpresa. ¿Qué más aparte del pelotazo?, algunas pocas combinaciones por abajo y demasiado centralizadas, alguna subida de Escobar —más que de Toledo— y nada más. Recién Lucchetti tuvo que intervenir en el final del partido para sacar de manera espectacular un cabezazo de Ortiz, el mismo que en el primer tiempo le había reventado un palo con un remate desde afuera del área. Y nada más. Porque en ese rubro, a Burián le tocó trabajar más que al veterano arquero del Decano.

Insisto en que si el partido terminaba empatado, no iba a estar mal. Iba derecho a eso, porque los minutos iban pasando y transitaba por una línea delgada que ninguno de los dos se animaba a atravesar. Después se podían discutir algunos merecimientos acumulados por Atlético en la parte inicial del partido. Y alguna mejoría experimentada por Colón a partir de allí. No era suficiente. O no parecía ser suficiente para que ninguno de los dos se quede con todo. Pero la sensación que rondaba en el ambiente, era que el que tuviese “media lucecita” de claridad, se quedaba con todo. Y apareció Aliendro para meter un golazo tremendo que aniquiló las chances sabaleras y lo dejó sin nada. Sin cosecha matemática y con esas dudas que ciernen sobre este equipo que todavía sigue en la búsqueda de un estilo definitivo.

Regreso inmediato

El plantel sabalero, que hizo en avión el viaje de ida a esta capital tucumana, regresó apenas terminado el partido en micro. Al mismo estadio llevaron la vianda con la cena que los jugadores consumieron en el coche, apurando el regreso a Santa Fe para iniciar ya la semana de trabajo previo al clásico.

 

síntesis

ATL. TUCUMÁN 2

COLÓN 1

Cancha: Atlético Tucumán.

Arbitro: Pablo Echavarría.

Atlético Tucumán: Lucchetti; San Román, Cabral, Lamas y Abero; Barbona, Leyes, Aliendro, Cuello y Nuñez; Matos. A.S.: Sánchez. Estuvieron en el banco: Bianchi, Risso Patrón y Mercier. D.T.: Ricardo Zielinski.

Colón: Burián; Toledo, Ortiz, Godoy y Escobar; Heredia, Bastía, Estigarribia y Alan Ruiz; Leguizamón y Correa. A.S.: Chicco. Estuvieron en el banco: Clemente Rodríguez, Olivera y Zucculini. D.T.: Eduardo Domínguez.

Goles: en el primer tiempo, a los 20 min, Abero (AT) y, a los 39 min, Estigarribia (C); en el segundo tiempo, a los 43 min, Aliendro (AT).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 12 min, Luis Rodríguez (AT) por Cuello; a los 21 min, Bernardi (C) por Heredia; a los 26 min, Fabio Álvarez (AT) y Leandro Díaz (AT) por Barbona y Matos; a los 31 min, Bueno (C) por Leguizamón y, a los 45 min, Mariano González (C) Escobar.

Amonestado: en Colón, Alan Ruiz.

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Se le escapó “la Laucha”. Más allá de la buena salida —con precisión y rapidez— de Colón en la contra, dejó muchas dudas la respuesta del experimentado Cristian Lucchetti: no dio el paso adelante, nunca achicó ni tampoco mostró solidez de manos con un remate del “Chelo” Estigarribia que se fue al gol en la red tucumana. Un paso más adelante en una evidente mejoría del paraguayo: arrancó mal y fue levantando en Colón. Foto: José Díaz Romero

Bajo la lupa

BURIÁN (6).- Atajó un par de pelotazos en el primer tiempo, cuando arreciaba Atlético. Sostuvo el cero al principio, le cometieron infracción en el gol de Abero y no tuvo nada que hacer en el golazo de Aliendro.

TOLEDO (4).- Con problemas en la marca, le ganaron la espalda y lo complicaron. Lejos del nivel que se le conoce.

GODOY (4).- Si bien luego mejoró un poco, al principio no la pasó bien y por ese flanco derecho defensivo se suscitaron los principales problemas defensivos.

ORTIZ (5).- No estuvo a la altura de otros partidos, pero fue uno de los jugadores más peligrosos de Colón: el palo derecho de Lucchetti y el propio arquero sacándole un cabezazo con destino de red, le impidieron que haga un gol.

ESCOBAR (5).- Alternó buenas con malas. Fue productivo sumándose al ataque y se las ingenió en defensa, aunque tuvo pasajes en los que también fue desbordado.

HEREDIA (4).- Flojo partido. Apenas algunas diagonales aprovechando el retroceso de Alan Ruiz o de alguno de los delanteros, para aprovechar espacios, y nada más. Mal con la pelota.

BASTÍA (5).- Hizo lo que pudo, a veces debatiendo en una natural inferioridad numérica ante un equipo que le puso muchos volantes enfrente. Nunca pasa desapercibido “el Polaco”, pero esta vez no brilló.

ESTIGARRIBIA (6).- De lo poco para rescatar. Más allá del gol —muy buena definición entrando a toda velocidad por el callejón del “10”—, fue el que más hizo con la pelota.

ALAN RUIZ (4).- Otro que se empeñó en buscar la pelota y asumir un protagonismo que no consiguió. Retrocedió, encaró, pero estuvo lento y le quitaron mucho la pelota.

LEGUIZAMÓN (5).- Bien en la jugada del gol, pivoteando con Correa y cediendo la pelota para la entrada rauda de Estigarribia. Después, fue perdiendo gravitación y terminó absorbido.

CORREA (4).- Esta vez no pudo mostrar esa peligrosidad casi natural en él. Mucho empeño pero sin chances de complicar a los centrales tucumanos ni tampoco a Lucchetti.

BERNARDI (4).- Apenas un par de arranques, sin encontrar un lugar en la cancha ya que Alan Ruiz terminó jugando por derecha y se tuvo que correr a una posición más central.

BUENO.- Se paró por izquierda y sólo entró un par de veces en juego. Muy poco para evaluarlo.

MARIANO GONZÁLEZ.- Entró en el tiempo adicionado, apenas Atlético convirtió el 2 a 1 definitivo. Generó el córner que casi termina en gol de Ortiz.

 
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¿Los once contra Unión?. Si bien falta para el derby del domingo que viene, a las 17.45, en el Brigadier López, no hay demasiados “misterios” en el Mundo Colón para el gran partido contra Unión. Es que está descartado Matías Fritzler (con suerte, llegaría el viernes 7 ante San Lorenzo por la Copa Argentina) y no hay “grandes candidatos” a meterse en el equipo titular, salvo que vuelva la línea de tres zagueros para respaldar la lentitud de Bastía. Foto: José Díaz Romero



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