El Litoral Santa Fe - ellitoral.com   Imprimir esta página
Link completo de la nota: www.ellitoral.com/index.php/diarios/2017/12/28/informaciongeneral/INFO-01.html

En Roma

Falleció Fernando Birri

El consagrado cineasta y poeta santafesino tenía 92 años. Considerado padre del documental testimonial latinoamericano, su trayectoria fue decisiva para el arte de nuestro país.

32-F1-IMG_0734.jpg

Birri en la escuela secundaria Nº 507 de Santa Rosa de Lima, reunido con nietos de los protagonistas de “Tire Dié”, en agosto de 2010.

Foto: Guillermo Di Salvatore

 

Redacción de El Litoral

[email protected]

El cineasta y poeta Fernando Birri, considerado padre del documental testimonial latinoamericano, falleció a los 92 años este miércoles a la noche. Según trascendió, el director de “Los Inundados” -uno de sus filmes más celebrados, realizado en 1961 y premiado en el Festival de Venecia- sufrió un paro cardiorespiratorio en Roma, ciudad en la que vive desde hace unos años. La deficiencia cardíaca del artista santafesino se debería a su avanzada edad.

Trayectoria

Nacido en Santa Fe el 13 de marzo de 1925, Birri residía en Italia, país a donde se fue a estudiar cine en 1950 en el Centro Sperimentale di Cinematografia (luego de ser titiritero en su juventud), y desde el que regresó a Santa Fe en 1956, para fundar el Instituto de Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral, donde realizó su primera película, “Tire Dié”: “película de encuesta” que desnudaba la miseria en que vivían los niños de las ranchadas de su provincia.

Fue uno de los fundadores de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños, en Cuba, de la que también fue director y desde allí uno de los iniciadores del denominado Nuevo Cine Latinoamericano. Dedicó documentales a Rafael Alberti y al Che Guevara y adaptó a García Márquez en “Un señor muy viejo con unas alas enormes” (1988) y a Eduardo Galeano en “El siglo del viento” (1999).

En junio de 2008 donó la obra de su vida (filmes, escritos, pinturas) a un fondo con su nombre en la Biblioteca de la Universidad Brown, asociada con el RISD Rhode Island School of Design, Providence, Estados Unidos.

El 4 de junio de 2010 recibió el premio de honor del Festival Internacional de Cine de Innsbruck (Austria), en reconocimiento de su trayectoria e influencia sobre el festival. Se realizó en su honor una retrospectiva bajo el título “Soñar con los ojos abiertos” con sus filmes más destacados.

Y el 7 de junio de 2010 recibió el Cóndor de Plata a la trayectoria, de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina, en reconocimiento a su trayectoria como director.

La ex presidente argentina Cristina Fernández de Kirchner lo había homenajeado en Roma, en 2015, por “su inclaudicable aporte al cine nacional y latinoamericano” y anunció entonces la remasterización y digitalización de su obra.

Su adiós santafesino

Su última obra se rodó nuevamente en Santa Fe: se trató de “El Fausto Criollo”, basado en la obra del escritor argentino Estanislao del Campo, producido por el Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe, en colaboración con la Escuela Internacional de Cine y Televisión de Cuba y el Instituto Superior de Cine y Artes Audiovisuales de Santa Fe, con el apoyo de la Asociación de Trabajadores del Estado de Santa Fe, la Municipalidad de Santa Fe, la Municipalidad de Santo Tomé y la Universidad Nacional del Litoral.

Su estreno internacional se produjo el 21 de noviembre de 2012, en el marco del 27º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. La película cuenta además, entre sus talentos, con la participación del destacado director de fotografía cubano, Raúl Pérez Ureta.

Por razones de salud, Birri no pudo estar presente, razón por la cual se abrió la mesa redonda con la lectura de salutaciones que el mismo realizador envió. En una de estas misivas, el director santafesino se permitió jugar con la posibilidad de estar presente en el homenaje: “Aunque físicamente esta noche no esté entre ustedes como era mi deseo, impedido por razones de salud delicada, no estén tan seguros que acurrucadito e invisible en una butaca vacía en el fondo de la sala en penumbras, no esté... El cine, arte de fantasmagorías, puede permitirse también estas bromas”.

El rodaje se inició el día 3 de enero de 2011, en exteriores. La primera etapa se realizó en ambientes naturales de Villa Adelina (Santo Tomé) y Sauce Viejo, fue interpretada por dos actores santafesinos que llevaron adelante los roles del Pollo, interpretado por Rodrigo Quiroga y Don Laguna, interpretado por Omar Fanucci.

La segunda parte del rodaje, en interiores, se llevó a cabo en el Teatro Municipal de Santa Fe, donde se realizó la representación de la obra de teatro “El Fausto”. La misma fue interpretada por niños y adolescentes santafesinos de entre 8 y 15 años.

U-32-F2-IMG447.jpg

De joven en su retablillo de Maese Pedro en Santa Fe, en sus tiempos de titiritero (antes de dedicarse al cine).

Foto: Archivo El Litoral

“Manifiesto de Santa Fe” (1962)

Por Fernando Birri

El subdesarrollo es un dato de hecho para Latinoamérica, Argentina incluida. Es un dato económico, estadístico. Palabra no inventada por la izquierda: organizaciones “oficiales” internacionales (ONU) y de América Latina (OEA, Cepal, Alalc) la usan habitualmente en sus planes e informes.

Sus causas son también conocidas: colonialismo, de afuera y de adentro.

El cine de estos países participa de las características generales de esa superestructura, de esa sociedad, y la expresa, con todas sus deformaciones.

Da una imagen falsa de esa sociedad, de ese pueblo, escamotea al pueblo: no da una imagen de ese pueblo.

De ahí que darla sea un primer paso positivo: función del documental.

¿Cómo da esa imagen el cine documental? La da como la realidad es y no puede darla de otra manera.

(Ésta es la función revolucionaria del documental social en Latinoamérica).

Y al testimoniar cómo es esta realidad -esta subrealidad, esta infelicidad- la niega. Reniega de ella. La denuncia. La enjuicia, la critica, la desmonta. Porque muestra las cosas como son, irrefutablemente, y no como querríamos que fueran. (O como nos quieren hacer creer de buena o mala fe que son).

Como equilibrio a esta función de “negación”, el documental cumple otro de afirmación de los valores positivos de esa sociedad: de los valores del pueblo. Sus reservas de fuerzas, sus trabajos, sus alegrías, sus luchas, sus sueños.

Consecuencia y motivación del documental social: conocimiento, conciencia, toma de conciencia de la realidad.

Problematización. Cambio: de la subvida a la vida.

Conclusión: ponerse frente a la realidad con una cámara y documentarla, documentar el subdesarrollo.

El cine que se haga cómplice de ese subdesarrollo, es subcine.



Diario El Litoral - Copyright 2025