Chile: sin favoritos, arrancó la campaña para el balotaje
El próximo 17 de diciembre se enfrentarán el oficialista Alejandro Guillier y el derechista Sebastián Piñera.
El candidato oficialista a la presidencia de Chile, Alejandro Guillier, participó este domingo en Santiago de Chile de una jornada de voluntariado para recuperar espacios públicos.
Foto: DPA
De la Redacción de El Litoral
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El período oficial de propaganda para el balotaje del 17 de diciembre que enfrentará al candidato de la centroderechista alianza Chile Vamos, Sebastián Piñera, y el de la oficialista Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, largó este domingo en un ambiente polarizado entre estas fuerzas y también al interior del izquierdista Frente Amplio, transformado en virtual juez de la contienda.
El Servel (Servicio Electoral), informó que durante el período de propaganda “los candidatos podrán desplegar todas las acciones que la legislación contempla” como desplegar publicidad en los espacios públicos y privados autorizados, emitir propaganda en los medios, entregar material informativo con brigadistas en la vía pública, etc.
A partir de hoy, ambos candidatos dispondrán además de cinco minutos cada uno en la llamada “Franja Electoral”, un bloque que se difunde gratuitamente en horario estelar en los canales de la televisión abierta para que los candidatos den a conocer sus planteamientos programáticos a los chilenos. El período se extenderá hasta el 14 de diciembre.
Piñera, que ya gobernó entre 2010 y 2014, llega con el 36,6% de los sufragios que consiguió tras ganar la primera vuelta el 19 de noviembre frente al 22,7% de Guillier.
El acaudalado empresario y ex mandatario de 68 años es respaldado por Chile Vamos, un bloque que componen entre otros los partidos Renovación Nacional (RN) y la Unión Demócrata Independiente (UDI), la formación que colaboró más estrechamente con la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
También cuenta cuenta con el apoyo del ex candidato presidencial José Antonio Kast, un diputado representante del “neopinochetismo” que en la primera vuelta logró el 7,9% de los votos y le ofreció al ex presidente su respaldo “sin condiciones”, pese a que en la campaña habían evidenciado varios roces.
Piñera buscó consolidar el apoyo de los simpatizantes de Kast y comparó a Guillier con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, mientras flexibilizó sus posturas sobre la educación gratuita, para abrir el arco hacia los sectores más de centro y clase media.
Guillier, en tanto, un prestigioso periodista de 64 años, es respaldado por la oficialista Nueva Mayoría (NM), un bloque de centroizquierda que componen, entre otros, socialdemócratas, comunistas y demócrata cristianos.
Para ganar, Guillier necesita conquistar el mayor porcentaje posible de votantes de la tercera fuerza electoral, el Frente Amplio (FA), una coalición de movimientos sociales y partidos que, pese a que las encuestas daban por muerto logró un sorpresivo 20,2% lo que lo transformó a su lider Beatriz Sánchez en vector crucial para dirimir la contienda.
Pocas horas después de publicarse los resultados oficiales, el candidato del Partido Progresista (PRO), Marco Enríquez-Ominami, que resultó sexto con un 5,71% brindó su “apoyo absoluto” a Guillier, al igual que la democristiana Carolina Goic, 5,88%, que lo hizo al día siguiente, pero el panorama en el FA se vislumbra mucho más complicado.
Era esperable porque el FA es una coalición que se formó buscando captar el voto progresista y el de los defraudados por el oficialismo, tras más de 20 años de la pendular alternancia posdictadura chilena -el “duopolio”, le llaman los chilenos- que repartió el poder político entre la centroizquierda y la derecha.
En tanto, las redes sociales explotaban con debates, consignas, discusiones y memes que reflejaban el arco de opciones impulsadas por los adherentes de esta coalición.
En un ambiente de creciente desprestigio tras los magros vaticinios de la primera vuelta, en tanto, las principales encuestadoras publicaron dos sondeos la semana pasada que dan un empate técnico, en un caso y una leve ventaja de 3 puntos a Piñera, en el otro.
Una de las variables que dificulta anticipar resultados es el alto nivel de abstención en Chile, donde el voto es voluntario.