Los dueños de Visa venden
Se viene la competencia por el mercado del dinero plástico
La empresa que casi monopoliza la emisión de tarjetas de crédito y débito se comprometió a “desinvertir”.
Los costos de las operaciones con tarjeta, un tema de preocupación permanente.
Foto: Archivo El LItoral
Redacción de El Litoral
[email protected]
Télam/DyN
La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia aceptó el compromiso de desinversión de los 14 bancos accionistas de Prisma, dueños de la franquicia de Visa Internacional en el país. Se abre el camino para desarmar una posición dominante (léase abuso de mercado) y aumentar la competencia entre tarjetas de crédito y medios electrónicos de pago.
El ministro de Producción, Francisco Cabrera, afirmó que el compromiso de desinversión de la empresa Prisma “es un paso importante para el fortalecimiento de la competencia en Argentina”.
Cabrera afirmó en un comunicado que “éste es un paso importante para el fortalecimiento de la defensa de la competencia en Argentina, uno de los ocho pilares del Plan Productivo Nacional que tiene como objetivo generar una economía moderna y dinámica que avance sostenidamente en reducir la pobreza”.
La empresa Prisma que es actualmente propiedad de Visa Internacional y de 14 bancos que operan en la Argentina, participa en el negocio del procesamiento de tarjetas de crédito y de terminales de pagos (POS).
El compromiso obliga a los accionistas de Prisma a vender el 100% del paquete accionario, y no permite que más de un banco que opera en el país sea accionista de la empresa para impedir la integración hoy existente.
Además, prohíbe a Prisma que comercialice otra marca de tarjetas de crédito hasta que haya otra empresa en el mercado que comercialice la marca Visa, y la obliga a prestar sus servicios (de procesamiento de tarjetas de crédito y otros) de forma no discriminatoria a posibles competidores.
A su vez, el compromiso le exige a Prisma discontinuar su servicio de transferencias inmediatas, lo cual permitirá que ese servicio sea brindado por un proveedor independiente que asegure que otros medios de pago alternativos y competidores puedan desarrollarse en forma no discriminatoria.
Ésta es la primera vez en la historia argentina en que una investigación de la CNDC por presuntas conductas anticompetitivas deriva en una desinversión. “El caso muestra que en Argentina hoy hay un fuerte compromiso para promover la competencia en mercados importantes para el desarrollo del comercio y el crecimiento de la economía”, sostuvo Esteban Greco, presidente de la CNDC.
Regulación “de mercado”
¿Cuánto hace que los comercios se quejan del costo de operaciones con tarjetas de crédito o débito? Por eso el “descuento contado” que -de paso- suele esconder operaciones informales que no pagan ni la comisión del servicio de la tarjeta... ni los impuestos.
Toda una cultura de evasión e ineficacia en la que los consumidores no son (somos) inocentes. Mientras tanto, el Congreso hizo gala de sus falsas pretensiones poniendo el acento donde el problema no estaba: límites a las comisiones. Pero las intenciones políticas nunca pasaban de los efectos, y la causa siempre se imponía: la posición dominante en el mercado.
En 2016, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia presentó los resultados de su estudio del mercado de tarjetas. Lo que las obviedades ofrecían desde hace años fue tardía conclusión del Estado: abuso de posición dominante, que no es más que eficacia privada ante un Estado ausente a la hora de tutelar el bien común.
Curiosamente, el primer paso para mejorar la escena no vino del lado del Estado interventor sino del “ortodoxo Sturzenegger”. El BCRA reguló el precio por los servicios a la hora de adquirir las tarjetas y puso en escena otros medios de pago electrónico (billeteras y botones electrónicos).
Eso, mientras la Secretaría de Comercio restableció a los comerciantes a quedarse con cupones de ventas en cuotas y descontarlos en bancos oficiales, lo que les bajó su tasa un 20% respecto de lo que les cobraba la “obligada” Prisma.
Todo, mientras llega la competencia de fondo.
80% del dinero “plástico” lo maneja Visa
Los 14 bancos que emiten las tarjetas manejan las terminales de pago, establecen las comisiones a comercios y fijan las tasas a consumidores y comercios.
1.000 millones de dólares
es lo que valdría Prisma según evaluaciones preliminares. La empresa deberá someterse a una auditoría independiente.