Buscan fortalecer esta herramienta pedagógica
El ajedrez se enseña en unas 300 escuelas de la provincia
Un equipo de tres alumnos de la escuela Arzeno ganó el torneo regional de ajedrez e irá a Mendoza a representar a Santa Fe. La entrevista con ellos saldrá en el suplemento infantil ¡Mirá! del domingo 17. Foto: Pablo Aguirre
Mariela Goy
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Hubo una época en que el ajedrez llegó a tener 3 mil horas cátedra asignadas a su enseñanza en escuelas de la provincia, a partir de la ley provincial 10.525 del año 1990. Luego, los avatares de la política educativa fueron relegando este programa escolar que logró subsistir apenas en aquellas escuelas donde la cooperadora o la comuna local lo seguían fogoneando. Ahora, el Ministerio de Educación provincial viene realizando acciones de fortalecimiento para ir recuperando el ajedrez como herramienta pedagógica.
“El programa se desarrolló hasta la gobernación de Carlos Reutemann, cuando se desarticuló y se le quitó presupuesto. Quedaron sólo unas 300 horas desperdigadas de manera irregular, aun cuando la ley provincial que promueve la enseñanza del juego en las escuelas santafesinas sigue vigente”, explicó Juan Jaureguiberry, coordinador del Plan Provincial de Ajedrez en la Escuela.
En la actualidad, hay horas cátedra de ajedrez como materia curricular en 99 escuelas primarias de la provincia de Santa Fe. Además, otros 50 establecimientos educativos cuentan con talleres a contraturno dentro de un programa de fortalecimiento con financiación del Ministerio de Educación de la Nación, que contrata a docentes con carácter temporal.
Asimismo, un centenar de escuelas poseen horas de este juego solventadas por municipalidades, comunas y asociaciones cooperadoras. Y otras 50 instituciones educativas privadas tienen taller de ajedrez como parte de su propuesta extracurricular. En total, suman alrededor de 300 escuelas que ofrecen la enseñanza de este juego.
Jaureguiberry aseguró que los éxitos obtenidos a través de un plan municipal de ajedrez de Rosario que se lleva a cabo desde el 2004, llamaron la atención del Ministerio de Educación. “Se volvió a prestar atención al ajedrez y, desde que asumí como coordinador provincial, me ocupé de organizar la anarquía en que se había convertido el programa educativo”, sostuvo.
Recuperación
El año pasado se crearon 70 horas cátedra de ajedrez y este año se sumaron otras 100 horas, además de repartirse tableros en las escuelas. Esas horas oficiales están destinadas a enseñar el juego a los chicos de 4º y 5º grados de las escuelas primarias, y vincularlo a la enseñanza de la matemática.
“Una cuestión muy importante que anunció la ministra Claudia Balagué es que en septiembre se abrirá el escalafonamiento para los docentes idóneos de ajedrez. Esto es un gran avance en la organización de todo el sistema”, destacó el coordinador.
Según consideró, los actuales maestros de ajedrez son reconocidos ajedrecistas y destacados estudiantes que, junto a las docentes de grado y a la coordinación provincial, llevan adelante la implementación del plan en las escuelas. El ajedrez como área curricular se dicta durante una hora semanal y se van alternando actividades en tableros murales con piezas imantadas, con los juegos de mesa propiamente dichos en el aula.
Valores y contenidos
“En general, este juego está vinculado a actividades intelectuales que se pretenden desarrollar en el niño, entre ellas, la memoria y concentración, el pensamiento lógico y estratégico, el hecho de que el niño aprenda a elegir lo que más le conviene a partir de alternativas, que sepa ir sorteando las dificultades que le plantea el contrincante”, explicó el funcionario.
También el ajedrez posibilita formar valores como la cortesía, el respeto por las normas, la actitud de ser paciente para esperar el turno, y a responsabilizarse de sus propios actos, entendiendo que toda acción tiene su efecto. “Aporta al proceso de construcción de la subjetividad del niño, porque supone un ponerse en el lugar del otro y pensar qué haría el contrincante para anticiparse. No se necesita ser más fuerte que otro chico para ganar”, señaló.
Como herramienta pedagógica, el ajedrez permite potenciar procesos de argumentación que desarrollen las operaciones del razonamiento matemático. “La maestra de clases debe estar presente en el juego porque puede enseñar fracciones a partir del ajedrez o trabajar los planos, ángulos e intersecciones de rectas en geometría. Es decir, el niño juega y hace operaciones mentales sin darse cuenta -cálculos, diagramas-, pero es el maestro el que puede hacerlo tomar conciencia de esos razonamientos”, indicó Jaureguiberry.
Por otro lado, “en cada jugada también está implícita la corrección del otro. En el ajedrez nadie se pelea por ser el capitán del equipo porque hay un reconocimiento natural del que juega mejor, y éste se convierte rápidamente en docente de sus propios compañeros”, cerró.
"Hay alumnos que no son muy buenos en los aprendizajes formales pero en el ajedrez son creativos, rápidos y brillantes; mientras que otros chicos que son buenos en clases, se bloquean y son rutinarios en el juego”.
Juan Jaureguiberry
Coordinador del programa