“LOS PUERTOS DE SANTA FE. MEMORIA FOTOGRÁFICA 1870-1950”
“Este trabajo habla del pasado pero tiene eco en el futuro”
Javier Fedele y Luis Priamo, quienes formaron parte del equipo del proyecto editorial, repasaron el proceso desarrollado para construir el libro, las fuentes utilizadas, la coordinación de la iniciativa y su relevancia.
La publicación se realizó desde el Programa Historia y Ciudad de la Municipalidad.
Juan Ignacio Novak
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Días atrás se presentó el libro “Los Puertos de Santa Fe. Memoria Fotográfica 1870-1950”, editado por la Municipalidad, con participación de la Bolsa de Comercio, el Ente Administrador Puerto y diario El Litoral. Luis Priamo estuvo a cargo del proyecto editorial y la selección fotográfica y la subsecretaria de Turismo de la Ciudad, Claudia Neil, y Javier Fedele, trabajaron en la publicación, un recorrido visual, a través de una precisa clasificación de imágenes de época, de los puertos que tuvo la ciudad en su historia.
“Un libro como éste se plantea cuando hay certeza de contar con las fotos antiguas necesarias en cantidad, calidad y variedad suficiente. Conocíamos fotos de diversos autores sobre el antiguo puerto de cabotaje, el de Colastiné y sobre la construcción del nuevo puerto de ultramar, tomadas por José Beleno y la existencia de otros archivos que guardan fotografías sobre el tema. Todo esto nos daba seguridad de poder plantear el proyecto. El primer paso fue una investigación y preselección de las fotos más significativas e interesantes, previo a la selección final y armado del libro. Es esa familiaridad con el material que se va preseleccionando lo que sugiere la estructura del libro, el tipo de relato visual, que en este caso fue cronológico, y su desarrollo en capítulos. Es como si dijéramos, figuradamente, que son las mismas fotos las que proponen el tipo de libro”, apuntó Luis Priamo.
“Se estudiaron las fotos, se establecieron las localizaciones precisas, se verificaron las dataciones, se pusieron en relación y se realizó una selección de las más significativas, que permitieron dar cuenta de la historia de los puertos y particularmente de la construcción del puerto de ultramar entre 1904 y 1910 con el aporte fundamental de las fotos de Beleno, que representan en Argentina una de las pocas producciones fotográficas no profesionales de una obra pública con gran calidad y sistematicidad. Esta obra es el cuerpo central del libro, que se complementa con otros episodios de la actividad portuaria y sus circunstancias”, indicó Fedele.
Desafíos futuros y presentes
Priamo remarcó el valor del libro para historiadores, arquitectos y urbanistas y consideró que, desde un punto de vista más general y masivo sobre el conocimiento del pasado común y de la relación emocional y sensible con ese pasado, la fotografía proporciona una perspectiva única. “Un lugar que pertenece a nuestra vida cotidiana, a nuestro mundo próximo, se hace otro en la imagen fotográfica, y ese solapamiento medio mágico nos hace partícipes de una continuidad colectiva de la que raramente somos conscientes, y a la vez nos relaciona más íntimamente con nuestro lugar de origen. Esto se hace más transparente si asimilamos un libro como ‘Los Puertos de Santa Fe’ a un álbum de familia”.
Fedele, apuntó que “conocer los esfuerzos, conflictos y logros de las realizaciones pasadas da dimensión de los desafíos a los que la sociedad estuvo expuesta en el pasado. Porque siempre el paso del tiempo tiende a diluir esos esfuerzos y conflictos dando una imagen de espontaneidad, de surgimiento natural de los acontecimientos. Reconstruir esos esfuerzos restituye esa medida en el pasado pero simultáneamente nos da una dimensión de los desafíos del presente, nos recuerda a futuro los retos a los que estamos expuestos en el presente, justamente cuando Santa Fe está en proceso de construir un nuevo puerto. Este trabajo habla del pasado pero como todo trabajo de historia tiene eco en el futuro”.
Fuentes
- Para este libro, los autores acudieron a los archivos del Museo Histórico Provincial, el Archivo Histórico de la Provincia, el Museo Regional Ferroviario, el Archivo de Construcciones Portuarias y Vías Navegables de Paraná, el Archivo General de la Nación, el Instituto Mario Buschiazzo de la Facultad de Arquitectura de la UBA y los archivos particulares de Pedro Cánaves, Marilí Regazzoni, Emilio Leiva, Emilio Digier, Edmundo Corradi, Oscar Part, Susana Soriano de Guillén, Graciela Hornia y Julio Tocchi. “Es más directo y práctico acudir a los archivos públicos, sobre todo los que facilitan consultas regulares y la reproducción de las piezas; más difícil es acceder a los archivos oficiales que no están a la consulta. A los archivos particulares se llega por experiencia y contactos previos entre investigadores y a través de rastreos específicos, particularmente de los antiguos fotógrafos amateurs, que suelen ser desconocidos y de inusitada riqueza. El ejemplo del archivo de José Beleno es paradigmático”, explico Priamo.
“En nuestro país es problemático y aún no gozamos de estructuras instituciones fuertes para los archivos. Por eso estos rescates que se llevan a cabo en tiempos recientes, y más aún como en este caso la edición del material, representan un significativo aporte”, opinó Javier Fedele.