Ricardo Forster responde en París
Ricardo Forster, integrante de Carta Abierta.
foto:archivo
Durante una entrevista en París, donde participó recientemente del Salón del Libro que tiene a la Argentina como invitado de honor, el filósofo kirchnerista Ricardo Forster afirmó que Venezuela y Argentina son “casos diferentes. Venezuela atraviesa un proceso de ruptura social que no se da en la Argentina”, analizó el fundador del grupo de intelectuales afines al kirchnerismo.
“En Argentina hay una disputa, no una sociedad partida como en el caso venezolano”, explicó Forster, de 56 años, quien analizó la tensión entre oficialistas y opositores para marcar diferencias entre ambos países. “En Venezuela uno percibe algo muy complicado de un nivel de ruptura que no existe en la Argentina”, sostuvo.
“La oposición está fragmentada en nuestro país. Son muchos actores distintos. Pero esa ruptura de la sociedad como en Venezuela no se ha visto”.
El ensayista y profesor admitió que con el kirchnerismo se produjo un aumento del nivel de confrontación política porque “el debate sobre libertad e igualdad hace aparecer un conflicto en el interior de la sociedad, una puja real de intereses”.
“Ese retorno a la política fue muy potente, en algunos puntos excedida, puede ser -admitió Forster-. Por supuesto, hay sectores del kirchnerismo que en los últimos años tuvieron excesos, pero fueron uno de cada diez”.
Forster fue uno de los referentes oficialistas que recientemente desautorizó al dirigente social cercano al kirchnerismo Luis D'Elía, que consideró que había que “fusilar” al opositor venezolano Leopoldo López.
También se detuvo en el término “destituyente”, inaugurado por Carta Abierta en su fundación en 2008, para referirse a la presión durante el conflicto con el campo y luego utilizado por el oficialismo para descalificar a opositores, medios o empresarios.
“Quizás a veces hay una exageración: una palabra empieza a rodar de tal manera que uno ya no la puede detener. Yo no hablaría de destituyentes en abstracto. Hay que colocar las palabras en su contexto”.
Pero, sin dudar, Forster aplicó el concepto a los principales medios de Argentina: “El grupo Clarín es un grupo destituyente. Muchos editoriales de La Nación son destituyentes. La idea de destitución implica cuestionar y debilitar el derecho soberano de un gobierno democráticamente elegido a tomar sus decisiones, ejerciendo un chantaje que termina reduciendo la decisión soberana a nada: es la historia democrática argentina hasta este gobierno”, sostuvo.
“El caso de Raúl Alfonsín es arquetípico. Fue expulsado del poder seis meses antes de acabar el gobierno por un golpe económico: hiperinflación, fuga masiva de capitales, golpe a la moneda”.
Alfonsín y Fernando de la Rúa fueron los únicos presidentes argentinos no peronistas desde la vuelta de la democracia en 1983. Ninguno pudo terminar su mandato.
¿Sólo puede gobernar el peronismo en la Argentina?, le preguntó el periodista. “Es una buena pregunta -contestó Forster-. Creo que el kirchnerismo en un punto comenzó a desafiar eso. Pienso que es un plus. Si tiene posibilidad de prolongarse como proyecto político después de 2015, sea o no gobierno, es asumiendo ese salto cualitativo”.
Al definir los gobiernos de Néstor y Cristina, Forster dijo: “El kirchnerismo tiene raíces profundas en el peronismo, está atravesado por el peronismo, pero le ha agregado muchas cosas. Quizás abre la posibilidad de un tipo de gobernabilidad distinta en la Argentina”.