Tostado: vecinos del barrio San Genaro estuvieron 8 horas sin luz
Ayer, desde las 6.30 hasta aproximadamente las 14.45 horas, los vecinos del barrio San Genaro, principalmente en inmediaciones de las calles Catamarca y Santa Cruz, sufrieron un nuevo corte del suministro eléctrico.
8 horas sin luz. En el sector este de la ciudad de Tostado se repitió el caos del viernes. Foto: Eloy Rodríguez
Eloy Rodríguez
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Se veía venir el corte de luz cuando comenzó a soplar el viento, con ráfagas más o menos intensas, a partir de las 6 horas. Es que la falta de prevención de quienes deben ocuparse de ello desemboca en la interrupción del servicio, siempre en menoscabo de los usuarios.
Cuando los vecinos que habitan en el sector este de la ciudad de Tostado creían haber superado el caótico escenario vivido el viernes a la tarde, con más de 6 horas sin luz -muchos de ellos sin agua, y con 45º de temperatura- desde el amanecer del domingo padecieron otro corte del fluido eléctrico por más de 8 horas.
Según informaron desde la Empresa Provincial de la Energía, Agencia Rafaela, esta vez se trató de un desperfecto en un alimentador de media tensión que quedó fuera de prestación por tener el conductor cortado. La reparación se vio dificultada por las ráfagas de viento y por algunas interrupciones puntuales.
Ayer en San Genaro la energía se cortaba, volvía y se interrumpía nuevamente hasta que, aparentemente, la solución coyuntural llegó a las 14.45 junto al calor. Es decir que a los vecinos que viven en el Barrio San Genaro, entre el viernes y ayer, los responsables de la paupérrima prestación del servicio eléctrico los privaron de casi ¡15 horas! de luz.
Además de la atención a las personas enfermas y del necesario descanso, los pequeños comercios (aquellos que no tienen posibilidades de adquirir un equipo generador) tuvieron que tirar las mercaderías sujetas a la cadena de frío.
“Esto no da para más”, manifestaba un pequeño comerciante del barrio. “Lamentablemente es lo que tenemos”, decía otro vecino. “¿Hasta cuándo?”, preguntaba otro. “El viernes fue el calor, hoy el viento. ¿Qué clase de servicio tenemos?”, dijo una abuela no disimulando la bronca.
El viernes en este medio se informaba sobre el padecimiento de estos vecinos, que soportaron más de 6 horas sin luz y con escasísima agua, en una tarde con 45 grados de temperatura. Los operarios de la EPE cambiaron el transformador en cuestión, ubicado en calle La Rioja y Catamarca, colocando uno nuevo. Ayer domingo, los mismos operarios y bajo la llovizna, repararon un alimentador de media tensión, en Catamarca y Santa Cruz.
Nos espera un verano complicado si no se previene morigerar las consecuencias de los avatares climáticos para que la gente goce de un derecho esencial: tener luz, ni más ni menos.
A la misma hora de ayer, en la localidad de Malbrán (sudeste santiagueño) un temporal causó voladuras de techos, anegamientos y caída de postes de energía. Esto viene al caso para aquellos que proponen la insensatez de un enganche eléctrico con localidades del sudeste santiagueño. Una suerte de ayuda recíproca. ¿Ayer de qué hubiera servido? ¿Quién hubiera socorrido a quién? No se puede dar ni pedir lo que no hay.
Ya que el cerrado del anillo energético es una obra irrealizable para los funcionarios que tenemos, sería positivo que al menos se instalen en forma permanente en Tostado y en el departamento 9 de Julio equipos generadores que funcionen en óptimas condiciones y que hagan sentir el próximo corte de energía el menor tiempo posible. En Tostado todos se preguntan: ¿es mucho pedir?