Concentración en la plaza 25 de Mayo
Policías rechazaron otra oferta y hacían su propia contrapropuesta
- Al cierre de la edición, más de un millar de efectivos seguía concentrado frente a la Casa de Gobierno.
Más de un millar de policías seguía concentrado este mediodía frente a la Casa de Gobierno.
Foto: Pablo Aguirre
De la redacción de El Litoral
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Los policías autoconvocados en reclamo de mejoras salariales mantuvieron hoy la protesta, y sumaron nuevos focos de conflicto. En la madrugada de hoy, el gobierno terminó de oficializar una nueva oferta que consideró “superadora” de la que había anunciado el sábado. Fue en el marco de una reunión con ministros del Poder Ejecutivo y delegados de los efectivos, que comenzó a la media noche y terminó a las cinco de la mañana. La nueva propuesta consistía en elevar de 1.500 a 2.000 pesos la suma fija a pagar por única vez en diciembre en concepto de “bono navideño”; también, en subir de 1.500 a 2.000 la suma que se pagaría en enero para la compra de uniformes, y la decisión de trabajar sobre un par de ítems salariales -Riesgo Profesional y Funcionalidad- que ascenderían en un 50% a partir de enero, más la ratificación de discutir en paritarias la cuestión salarial en febrero. “Es una propuesta superadora e importante, y me parece que, reflexivamente, debería ser aceptada”, decía el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto.
Pero los policías la volvieron a considerar insuficiente. Dijeron que era “una mentira e irrisoria”, y que la demanda fundamental que motoriza la protesta seguía sin ser atendida, porque no se modificaba ni ascendía el básico de un uniformado, que actualmente se ubica en 530 pesos. En diálogo con El Litoral, Miguel Portillo, comisario inspector retirado de la ciudad de Rosario y abogado, remarcó que “el básico sigue sin tocarse y eso afecta también al jubilado policía”. Según explicó, tras el rechazo de la propuesta, efectivizado tanto por los autoconvocados de Santa Fe como de Rosario, la intención de los uniformados era formular una contraoferta “elaborada con asistencia de personal técnico” -dijo Portillo-, que sería elevada al Ministerio de Seguridad para su evaluación.
Consultado por El Litoral, Lamberto dijo que estaban “dispuestos a escuchar” esa contrapropuesta. “En toda negociación, siempre se va y se viene”, planteó. Al cierre de la presente edición, no se conocían los detalles de ese borrador, y los funcionarios políticos seguían aguardando alguna respuesta formal.
En la plaza
Esta mañana, al foco de protesta que se generó el viernes frente a la Unidad Regional I se sumó otro en la plaza 25 de Mayo, frente a la Casa de Gobierno. Cerca de las ocho, eran una veintena. Pero siguieron llegando durante toda la mañana y al mediodía ya eran más de un millar los uniformados que coparon primero calle 3 de Febrero y, luego, literalmente, las escalinatas del ingreso principal a la sede gubernamental. Ello obligó a que los actores políticos y civiles que habían sido invitados por Antonio Bonfatti para emitir su mensaje sobre el conflicto (ver aparte), ingresaran por la puerta lateral del edificio.
El ánimo era de efervescencia creciente. El ruido de los redoblantes y el impacto de las bombas de estruendo era permanente. Sólo se interrumpían para escuchar a algunos de los interlocutores que surgían espontáneamente, o para lanzar algún cántico como: “¡¡Ahora o nunca; la puta que los parió!!”; “¡Adónde está que no se ve, el gobierno de Santa Fe”, o “¡El vigi tiene aguante!”.
Las herramientas habituales de trabajo hoy estuvieron al servicio de la protesta. Por las radios de comunicación interna retransmitían las diferentes instancias de las asambleas, o enviaban mensajes concretos: “Vengan; necesitamos más gente. No nos van a cagar así nomás”, fue lo que se escuchó en un momento. Los patrulleros, en tanto, eran usados para obstruir el tránsito por 3 de Febrero, y para hacer sonar las sirenas. Todos tenían las patentes cuidadosamente cubiertas para no poder identificarlos.
Antes del mediodía, una camioneta de la Policía llegaba repleta de uniformados en la chata con espíritu festivo; saltaban sobre ella y adherían de ese modo al reclamo. Por un momento, el móvil se atravesó por San Jerónimo y ello provocó un instante de caos y bocinazos de remiseros, automovilistas y colectiveros que quedaron “trabados” por el bloqueo.
Al cierre de la presente edición, comenzaban a llegar algunas mujeres con ollas y hasta reposeras. Otros, bailaban y cantaban al ritmo de los redoblantes. Uno de los datos del mediodía fue la adhesión a la protesta del capellán de las fuerzas. El broche de la escenografía fue una amplia bandera tendida entre el mástil de la plaza y el ingreso a la Casa Gris con la leyenda “Cada policía gana cinco mil pesos; cada senador y diputado cobra 40 mil por mes, más viáticos”.
El dato
Por la fuerza no
- Antonio Bonfatti llamó al “diálogo”, porque “por la fuerza no se pueden conseguir las cosas”. Fue durante el acto “en defensa de la institucionalidad” que -aclaró- no fue “un acto partidario”.
Dijo que “aquí hay funcionarios de todos los partidos y representantes de la sociedad civil. Aquí, todos afirmamos que por la fuerza no se pueden conseguir las cosas. Aquí y en cualquier otro lugar del país que ocurren situaciones similares, están en juego las instituciones de la República”.