Decisión del presidente Correa
Ecuador pone fin a plan ambientalista y buscará explotar crudo en la Amazonia
- “El mundo es una gran hipocresía”, resumió anoche en un mensaje a la nación, el presidente Rafael Correa. En su transcurso anunció el final de la iniciativa que pidió que la comunicad internacionial compensara la no explotación de los yacimientos amazónicos.
El discurso del presidente ecuatoriano generó protestas de entidades ambientalistas que se oponen a las políticas de extracción de petróleo.
Foto: Agencia EFE
EFE
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció ayer el fin de la iniciativa Yasuní-ITT, porque, dijo, el mundo “ha fallado” al no contribuir con el proyecto que pretendía proteger un sector de la selva amazónica y dejar bajo tierra un importante yacimiento petrolífero a cambio de una compensación económica.
“El factor fundamental del fracaso (del proyecto) es que el mundo es una gran hipocresía”, aseguró el mandatario en un mensaje a la nación, en el que anunció que pedirá la autorización a la Asamblea Nacional legislativa para explotar crudo en el parque nacional Yasuní, declarado Reserva Natural de la Biósfera por la Unesco.
Correa también explicó que la explotación petrolera en el Yasuní afectará “menos del uno por mil del parque”, que abarca un millón de hectáreas de la selva amazónica y que el aprovechamiento de las reservas del ITT representarán ingresos por 18.292 millones de dólares.
Para el gobernante, la explotación del crudo en las zonas de Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT) del Yasuní, se efectuará con la mejor tecnología disponible para minimizar el impacto ambiental en esa región, considerada una de las mayores reservas de biodiversidad del planeta.
Corresponsables
Ecuador lanzó el proyecto hace seis años en la sede de Naciones Unidas, cuando pidió la “corresponsabilidad” económica de la comunidad internacional para no explotar el crudo del eje ITT, lo que también suponía evitar la emisión a la atmósfera de 407 millones de toneladas de dióxido de carbono, que se generaría con la combustión del hidrocarburo.
Se calcula que el bloque ITT contiene unos 920 millones de barriles de petróleo. Ecuador aspiraba a obtener unos 3.600 millones de dólares de la comunidad internacional, en doce años, para llevar adelante la iniciativa ambientalista.
“No era caridad lo que pedíamos, era corresponsabilidad con el cambio climático”, añadió Correa en su anuncio, al precisar que el pueblo ecuatoriano era el que más contribuía con la iniciativa al no recibir la mitad de los ingresos que se calculaban si se explotaba el crudo en el Yasuní.
“Lamentablemente, tenemos que decir que el mundo nos ha fallado”, porque sólo se han recogido 13,3 millones de dólares de aportes depositados en los fideicomisos constituidos para llevar adelante la iniciativa, lo que representa “apenas el 0,37 % de los esperado”, subrayó el mandatario.
También refirió que existen otros 116 millones de dólares en “compromisos” de apoyo vinculados no directamente con la iniciativa.
Cambio climático
Para Correa, tal vez la medida se “adelantó a los tiempos” y tampoco contribuyó, a su juicio, la incomprensión de los responsables del cambio climático, así como el estallido de la crisis financiera en los países desarrollados. Sin embargo, dijo que el factor fundamental para el fracaso de la iniciativa es que en el mundo no prevalece “la lógica de la justicia, sino la lógica del poder”.
Además, Correa remarcó que su país necesita los recursos para luchar contra la pobreza y construir las obras de infraestructuras que requiere el desarrollo nacional.
Puso como ejemplo que el “Plan Nacional del Buen Vivir”, la estrategia del Gobierno hasta 2017, contempla inversiones por unos 70.000 millones de dólares, sobre todo enfocados a mejorar los servicios y erradicar la pobreza y la falta de adecuados servicios sanitarios.
Por ello, “con profunda tristeza, pero también con absoluta responsabilidad con nuestro pueblo y con la historia, he tenido que tomar una de las decisiones más difíciles de todo mi Gobierno”, dijo Correa al anunciar que hoy mismo firmó el decreto ejecutivo con el que se liquidan los fideicomisos del Yasuní-ITT.
Tras poner “fin a la iniciativa”, Correa también ordenó que se realicen informes técnicos y jurídicos para elaborar una solicitud a la Asamblea (cuya mayoría es del oficialismo) para que apruebe la “declaratoria de interés nacional al aprovechamiento del petróleo en el Yasuní”.
“La explotación petrolera con adecuadas técnicas afectará menos del uno por ciento del parque”, dijo el mandatario al señalar que él personalmente supervisará que se cumpla dicho compromiso.
Además, rechazó algunas voces opositoras que han alegado que el dilema de la decisión es “Yasuní o petróleo. Esto no es verdad queridos jóvenes. Jamás permitiría que el Yasuní desapareciera”.
“El Yasuní seguirá viviendo, pero la pobreza disminuirá”, apostilló Correa.
Por el desarme nuclear
- Delegados gubernamentales de 33 países se reunirán el 21 y 22 de agosto en Buenos Aires en el XXIII periodo ordinario de sesiones de la Conferencia General del Organismo para la Proscripción de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (Opanal), informó hoy la organización.
Además de los 33 Estados miembros de Opanal, cuya sede es en México, se espera la participación de representantes de los Estados Vinculados al Tratado de Tlatelolco, Estados Miembros de otras Zonas Libres de Armas Nucleares, así como delegados de Organismos Internacionales, No Gubernamentales y expertos en materia de desarme y no proliferación nuclear. La cita tendrá lugar en el Palacio de San Martín de la capital argentina, señaló el Opanal en un boletín.
“Los trabajos de la Conferencia girarán en torno a temas de relevancia como la consolidación de la Zona Libre de Armas Nucleares de Latinoamérica y el Caribe, el proceso de revitalización del Opanal y las actividades del organismo en materia de educación para el desarme nuclear y la no proliferación”, añadió.
La Conferencia General es el principal órgano del Opanal, está conformado por los 33 Estados Partes del Tratado de Tlatelolco y tiene la facultad de tomar las decisiones de mayor relevancia de acuerdo con las disposiciones del convenio.
El Tratado de Tlatelolco es el instrumento jurídico internacional que prohíbe la fabricación y adquisición, por cualquier medio, de armas nucleares dentro de su territorio de aplicación.