Con varios temas en agenda
Agencia EFE/DPA
Los líderes de los países más industrializados (G8) se reúnen hoy y mañana en un idílico paraje de Irlanda del Norte para tratar, desde posiciones diversas, el conflicto en Siria y la situación económica mundial.
Entre fuertes medidas de seguridad, los primeros ministros o presidentes de Estados Unidos, Japón, Francia, Italia, Canadá, Alemania, Rusia y el anfitrión Reino Unido comenzaron en Lough Erne una cumbre de apenas 24 horas, con una agenda muy apretada, que incluye asuntos como la lucha contra el terrorismo, la evasión fiscal y la liberalización comercial.
Acuerdo comercial
Uno de los primeros anuncios tuvo que ver con la Unión Europea y los Estados Unidos, quienes se comprometieron a negociar en julio un acuerdo transatlántico de inversiones y comercio, del que se excluye el capítulo audiovisual y que esperan sea un revulsivo para el crecimiento económico y el empleo.
“Las negociaciones comenzarán el próximo mes de julio en Washington”, informó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro británico, David Cameron, y los presidentes de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y del Consejo europeos, Herman Van Rompuy, al margen de la cumbre del G8.
El futuro pacto transatlántico, que se espera esté concluido en dos años, “impulsará el comercio, la creación de empleo y el crecimiento económico”, afirmó Barroso, quien señaló que también beneficiará a los demás países.
Los líderes estadounidense y europeos admitieron que la negociación de ese futuro acuerdo entre quienes se definen como los mejores socios comerciales del mundo incluyen asuntos sensibles para ambas partes.
“Es obvio que hay asuntos sensibles en las negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre la UE y Estados Unidos, pero manteniendo una mente abierta y la creatividad encontraremos soluciones. Hay demasiado en juego”, indicó Van Rompuy.
Obama, por su parte, aseguró que, aunque los negociadores de ambas partes tendrán “mandatos firmes” para llegar a un acuerdo, es posible que los propios líderes tengan que intervenir en algún punto de las conversaciones que revista una mayor complicación.
“Creo que estas negociaciones serán un desafío. Creo que serán difíciles y que todos vamos a tener sensibilidades que habrá que abordar”, apuntó el presidente de Estados Unidos.
Cameron, el anfitrión de la reunión del G8, dijo que espera una “exitosa conclusión“ de las negociaciones transatlánticas, que produzcan “más empleo, precios más bajos y ayuda para las familias trabajadoras”.
“Esta es una oportunidad que se produce una vez en cada generación y no podemos dejarla escapar”, subrayó Cameron.