SEÑAL DE AJUSTE
“Da Vinci's demons” se exhibe los martes, a las 22, por Fox.
Foto: Gentileza Starz
Roberto Maurer
Aún con su imaginación desbordante y polifacética, Leonardo Da Vinci no alcanzó a prever que sería un favorito de exitosas ficciones esotéricas. La nueva incursión es una fantasía visualmente deslumbrante titulada “Da Vinci's demons” sobre su juventud en Florencia, que estrenó Fox (martes a las 22) promocionándola como “la historia que nunca te contaron”.
Leonardo ha sido concebido como un susperhéroe, es Leo para sus amigos, y en la ciudad se ha ganado fama de excéntrico y tramoyista barato. Ciertamente es bocón, impertinente y atropellador con el arte, la ciencia, los poderosos y las mujeres. Pinta desnuda a su chica Barbie, experimenta con máquinas voladoras, es vegetariano, pelea en las tabernas, fuma opio, estudia cadáveres, es un diestro espadachín y frecuenta prostitutas, aunque clavó el ojo en una dama de la nobleza. Se trata de una atracción peligrosa, ya que su elegida es la amante de Lorenzo de Medici, en un ambiente donde los poderosos son tan crueles y rigurosos como el hampa de Chicago e incluso, hablan igual. (1).
Luego de una noche de carnaval, Leo se lleva a una mascarita a casa, y es el primer encuentro de dormitorio con la apetecida señora. Como se sabe, las series ahora se atreven a incursionar en escenas sexuales, en este caso renacentistas, y en la mencionada se ven volteretas de Leo y su fruto prohibido que la propia Silvia Süller debe desconocer.
La Florencia fabricada en un laboratorio digital no sólo resulta estéticamente admirable: es mejor que la real. Además, “en Florencia podemos experimentar con vuelos, en otros lugares nos quemarían”, se exalta Leonardo. “Aquí es simplemente otro pensamiento libre y hereje. Caos. Cultura”.
En Milán, acuchillaron a Sforza por haber desflorado a la sobrina de alguien y el equilibrio político tambalea, pero Florencia vive en una nube de humanismo sin percibir el peligro que Leonardo sí ve, tal vez para mover el catálogo de maquinaria militar que trata de venderle a Lorenzo de Medici.
UN NUEVO JUGADOR
“Veo la mano del Vaticano”, es la hipótesis de alguno, respecto del asesinato de Sforza. Fue la primera señal: en el Vaticano se aloja el mal y también las costumbres licenciosas. En su primera intervención, el Papa aparece con un menor, retozando desnudos en una piscina. En el Vaticano existen los Archivos Secretos, y en ese recinto clandestino el Papa recibe noticias de Florencia: “Un jugador nuevo ha entrado en escena, es conocido como Leonardo Da Vinci”.
¿Qué juego? Leonardo acaba ser introducido en una esfera desconocida a través de un turco apodado El Turco, a quien reconoce como Maestro, que le explica: “La historia es una mentira que ha sido afilada como un arma por gente que ha aplastado a la verdad (2), y los conocimientos que estás destinado a aprender desmentirán el orden establecido de las cosas. Dicen que el tiempo es un río, pero es un río circular. La muerte de un hombre abre la puerta al nacimiento de otro. ¿Te gustaría abrir esa puerta?”. Se observa una leve infatuación literaria en los diálogos.
Es la voz de una hermandad anterior a Cristo, el mitraísmo (3), conocida como Los Hijos de Mitra. Según El Turco, se llama progreso a lo que alguna vez fue olvidado, y el Vaticano es el responsable de suprimir ese conocimiento que otros persiguen, y que se encuentra recopilado en El Libro de las Hojas. Leonardo es el elegido para buscarlo.
“Leonardo's demons” se apoya en la idea de que Leonardo creó el futuro, menos por su genio que por su militancia, en la citada organización clandestina. Quien espere otra cosa, no la encontrará, pero no se puede permanecer indiferente ante tanta imaginación y su ilustración visual. La reinterpretación del personaje y la historia son calculadamente inexactos para evitar a esos que se paran diciendo “eso no fue así”.
(1) Advertencia amistosa de Medici a Leonardo: “Eres listo, pero en tu lugar me cuidaría de ser demasiado listo aquí”.
(2) Un concepto netamente revisionista.
(3) Sin relación con el mitrismo.