En las próximas horas se reunirá el Frente Progresista
El socialismo se abroqueló para buscar retomar la iniciativa política
La junta provincial del PS adelantó su reunión mensual y emitió un documento donde afirma que la violencia y el crimen organizado no deja de crecer en todo el país, no sólo en Rosario.
Lifschitz y Di Pollina, a la cabeza de la conducción socialista que se reunió anoche en Rosario.
Foto: Mauricio Garín/Archivo El Litoral
Mario Cáffaro
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“La violencia no deja de crecer en la Argentina. Una de las manifestaciones que más escandalizan de esa violencia son las asociadas al crimen organizado. Se trata de un fenómeno que tiene dimensiones internacionales, donde la Nación tiene las principales herramientas para combatirlo, pero que explota en los barrios populares sorprendiendo a los municipios sin facultades para dar respuesta sobre a estas situaciones. Los casos se suceden en diversos lugares del país, sin embargo, el reclamo de soluciones difícilmente llegue al Ministerio de Seguridad de la Nación”. Es el párrafo de inicio de un documento emitido anoche por la junta provincial del Partido Socialista y que fue el corolario de una extensa reunión convocada de urgencia por el secretario general, Miguel Lifschitz.
Los últimos hechos de violencia en Rosario, las esquirlas del frustrado clásico rosarino y el fuerte avance de sectores kirchneristas en declaraciones y pronunciamientos, pusieron en alerta a la dirigencia socialista, que además registró posiciones públicas encontradas entre sus propios dirigentes. El semáforo pasó de amarillo a rojo cuando el presidente del Concejo Municipal de Rosario, Miguel Zamarini, contradijo el martes al ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, acerca de las responsabilidades por la no realización del partido de fútbol. Al momento de esas declaraciones, Zamarini se encontraba interinamente a cargo de la intendencia por la licencia de Mónica Fein. Anoche, el edil no asistió a la reunión de junta, pese a que forma parte del cuerpo.
En cambio, a la conducción que encarnan Lifschitz y el diputado Eduardo Di Pollina, se sumaron los ministros socialistas del gabinete, Hermes Binner y los diputados nacionales de la fuerza, así como Fein, quien horas antes retomó su cargo al frente del gobierno rosarino. Uno de los que expuso más largamente fue el propio Lamberto.
Un extenso documento, la necesidad de unificar el discurso y la urgente convocatoria a los restantes partidos del Frente Progresista marcarán los primeros pasos de la agenda que tendrá además el próximo lunes nuevamente en la cancha al gobernador Antonio Bonfatti.
No sólo es Rosario
El documento socialista advierte que “la violencia armada, especialmente la que involucra a niños, niñas y jóvenes asociados al narco menudeo ocupa las noticias de este verano. Las pocas estadísticas disponibles muestran que es la época del año en que la violencia interpersonal trepa. Rosario ha llamado la atención por una sucesión desgraciada de episodios. Durante los mismos días también se publicaron los informes de la Corte Suprema de Justicia conducidos por el prestigioso criminólogo y ministro Eugenio Zaffaroni que explica que en el conurbano bonaerense el 40 por ciento de homicidios son por venganzas y que en la Ciudad de Buenos Aires volvió a trepar el número de homicidios. También en Córdoba aumentaron durante el 2012 un 70 % los homicidios, en Mendoza el crecimiento fue del 16 % y en Rosario el 15 %. Se trata de un fenómeno nacional, urbano, que se ensaña con los más jóvenes y los más pobres”.
Para el socialismo, “el crimen organizado se ha venido consolidando durante décadas con cierta complicidad estatal y en sociedad con algunos sectores económicos”. Recuerdan episodios de la etapa menemista con la radicación de familiares de líderes del Cartel de Medellín en el país o ahora la sentencia en España a los hermanos Juliá que salieron con un cargamento de droga desde Buenos Aires.
Cinismo
“Hay que estar impregnado de mucho cinismo para culpar a un gobierno local o a un gobierno provincial, por el crecimiento de la violencia armada, mientras siguen saltando en los titulares de los medios, la presencia de capos narcos colombianos o mexicanos, viviendo y haciendo negocios en la Argentina”, dice más adelante.
Destaca que la políticas del gobierno rosarino y provincial de solidaridad social, valores y participación “resultan insuficiente ante la exclusión social generada por la desigualdad persistente en la Argentina, la pobreza persistente en la Argentina, la inflación persistente en la Argentina y la falta de políticas nacionales de seguridad que enfrenten de manera efectiva y sostenida el crimen organizado”.
Más adelante subrayan la política de reforma policial en marcha en Santa Fe. “Pero los cambios serios llevan tiempo y, difícilmente sean totalmente exitosos si no hay también estrategias nacionales en el mismo sentido”.
Postula finalmente la necesidad que “el Estado argentino se ocupe de todos por igual, cualquiera sea el signo político que hayan elegido para que los gobierne. Con la seguridad ha existido mucho populismo que nos ha llevado a donde estamos. Demandamos un efectivo gobierno político de la seguridad que pueda establecer y concentrarse en las regularidades criminales y en los mercados ilegales que las motorizan, donde el Estado nacional asuma su responsabilidad en materia de trata de personas, tráfico de drogas, de armas y de mercancías robadas”.
A los K
El documento del PS considera “institucionalmente muy grave que un secretario de Estado como Alejandro Ramos, o un diputado nacional de Santa Fe como Agustín Rossi, estén impulsando movilizaciones y acciones desestabilizantes contra un gobierno legitimado por la voluntad popular en esta provincia, desligándose de la responsabilidad que ambos tienen en el gobierno, en un momento en que la ciudadanía nos exige a todos la máxima responsabilidad para articular políticas de estado en la lucha contra el narcotráfico y la violencia. Es lamentable que representantes de esta provincia estén encabezando una campaña nacional de estigmatización de su provincia y de Rosario, con el único objetivo de posicionarse electoralmente y de dañar la imagen de uno de los candidatos a presidente con mayores chances para 2015”.
Mientras en la Unasur se propone un Consejo para abordar el crimen organizado por su característica internacional, en la Argentina se pretende responsabilizar a los gobiernos opositores por no solucionarlo, y las fuerzas nacionales se concentran en los lugares de interés político del partido de gobierno”.
del documento
del Partido Socialista.