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Al filo de la tragedia

Robos, tiros y un bebé en el medio

Robos, tiros y un bebé en el medio

En barrio 7 Jefes una banda de delincuentes abrió fuego contra un automóvil donde había dos mujeres y un bebé. En Colastiné Norte un rufián asaltó a una mujer, la que también llevaba una criatura.

 

Danilo Chiapello

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Son dos historias violentas donde la vida y la muerte estuvo en juego.

Para peor, en ambos casos, todo el drama giró en torno a la presencia de bebés que quedaron en medio de las acciones y a merced de delincuentes.

Federico (35), es quien narra la pesadilla que la madrugada del sábado vivieron su esposa, su suegra y su pequeña hijita de 1 año y 6 meses.

Lo que sigue es su relato.

“Eran cerca de las 2. En una Renault Sandero venía manejando mi esposa, de 33 años y en el asiento de atrás viajaba mi suegra (57) junto a mi beba. Tenían que parar en Grand Bourg y Pedro Ferré. Cuando detienen el auto y comienzan a acomodar la beba en la sillita (porque antes venía alzada) aparecen, no se sabe de dónde, varios tipos.

Uno de los sujetos intenta abrir la puerta de adelante y otro intenta con la puerta de atrás. Además vieron a otro que se paró delante del auto y otro atrás. En total eran 8 hombres y dos mujeres. Actuaron todos juntos como haciéndose el aguante.

En eso mi suegra que comienza a forcejear con uno de los tipos que quería abrir la puerta. Ella pudo cerrar y poner la traba. A todo esto mi mujer pone primera y sale con el auto. Entonces es cuando se escucha el primer disparo. Mi suegra cuando escuchó la detonación se tiró encima de la bebé.

La bala entra por el vidrio trasero de un lado y sale por el otro. El otro vidrio no se rompió en el momento. Quedó el agujerito. Cuando mi mujer arranca el tipo hace dos disparos más. Fueron tres tiros en total. Suponemos que los otros dos tiros los erró o fueron al aire.

Uno de los disparos entró a media altura por un lateral y salió por el otro. Este vidrio quedó con el orificio y apenas el coche se empezó a mover se cayó por completo.

Después mi mujer salió con el auto y tomó por la Costanera. A la altura de calle Espora encuentra un patrullero y le cuenta lo ocurrido. Para esa altura llego yo.

Estábamos esperando una ambulancia porque mi suegra tenía heridas cortantes en la cara y la bebé también estaba con sangre en su cabecita. No sabíamos si estaba herida o salpicada porque estaba todo oscuro.

Fue entonces cuando los patrulleros salieron en busca de estos tipos y nos dejaron solos. Mi suegra y mi mujer entraron en crisis porque quedaron solas otra vez. La policía regresó a los 5 minutos y nos explicó que no habían agarrado a nadie.

Después llegó la ambulancia y dejamos a mi suegra en el hospital Cullen y nos fuimos para el Hospital de Niños con la bebé. La nena terminó sólo con un raspón.

Mi suegra en cambio sufrió una herida cortante, por un vidrio que se le incrustó muy cercano a uno de los ojos. Además tenía cortes por astillas en gran parte de la cara. Le tuvieron que hacer curaciones durante 48 horas”.

En Colastiné

Horas después, un caso similar tuvo lugar en Colastiné, donde una mujer que venía con su bebé también fue atacada por un delincuente que la sorprendió en su domicilio.

Eran cerca de las 4 cuando Lorena, de 33 años, llegó a la zona de calle Charrúas, esto es, unos 200 metros hacia el este de la Ruta 1.

La mujer estaba ingresando con su vehículo particular cuando fue sorprendida por un sujeto que se le apareció de entre las sombras.

El inesperado visitante estaba armado y cubría totalmente su rostro con prendas de vestir. Apenas si dejaba ver sólo sus ojos.

Tras una serie de forcejeos y amenazas el delincuente se hizo de dinero en efectivo, además de algunas alhajas y una Notebook.

Lo que siguió a partir de entonces fue una película de terror que duró cerca de 15 minutos.

Por la emisora Aire de Santa Fe, Lorena brindó detalles de su odisea.

“Yo a mi bebé no lo iba a dejar solo. Como iba a traer a mi bebé a la escena donde estaba ese tipo totalmente fuera de control. El estaba en el extremo de la tensión nerviosa y armado. Prefería que me mate a mí. Ustedes imaginen... Si yo bajaba el bebé, él lo iba a agarrar para presionarme. Yo a mi hijo no lo iba a entregar para que este tipo le ponga un arma en su cabeza.

“Me pedía el teléfono, el bolso con la Notebook. Encima yo sabía que en cualquier momento llegaba mi marido.

“Después me dijo ‘vamos al auto’. Me seguía apuntando con el arma cerca. Me dice ‘dame las llaves del auto’, pero me negué. Entonces me pegó un empujón, me metió adentro del auto y se fue corriendo.

“Se fue por donde había ingresado. Esto es por un agujero que hizo en el tejido de alambre que está al costado de la casa.

“Todo esto duró unos 15 minutos que para mí fueron una eternidad. Yo me bloqueé de tal manera que no respondía a nada. El me pedía la billetera y yo no la encontraba.

El que hizo esto es una persona del barrio, estoy segura. Se le veían nada más que los ojos. Hasta el cabello se tapó. Tenía una remera puesta en la cabeza hasta las cejas y de la nariz para abajo tenía un buzo”, culminó.

Robos, tiros y un bebé en el medio

La Renault Sandero que fue atacada a tiros en Grand Bourg y Pedro Ferré todavía con sus cristales rotos. En su interior había un bebé y dos mujeres, las que salvaron sus vidas sólo por obra de la buena fortuna.

Foto: El Litoral



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