editorial
Luz amarilla en las cuentas de la provincia
Con el pago de los sueldos correspondientes a diciembre de 2011, el gobierno de la provincia interrumpió una larga tradición de abonar dentro de los primeros cinco días hábiles del mes siguiente los salarios de sus agentes activos dejando para último término al personal de los poderes Judicial y Legislativo, del Tribunal de Cuentas, organismos todos que se encuentran de receso y por lo cual no se han exteriorizado protestas más que simbólicas de las conducciones gremiales respectivas.
Sobre el final del año pasado, la Legislatura convalidó un decreto firmado a principios de diciembre por el saliente gobernador Hermes Binner para aumentar el gasto presupuestario de 2011 en 1.405 millones de pesos. Desde el oficialismo se manifestó que los recursos estaban mientras que desde la oposición se advirtió que el instrumento rompía el equilibrio previsto en la propia ley de presupuesto. También se señaló que este mayor gasto destinado al pago de salarios y aguinaldos, iba a afectar el pago a proveedores y contratistas de obra pública, y como consecuencia encarecería el costo de las contrataciones futuras a realizar por el Estado.
El presupuesto sancionado para el corriente año prevé un equilibrio y fija el nivel de gasto total en 33.839 millones de pesos aunque no tuvo en cuenta la política salarial que deberá ser acordada por el Poder Ejecutivo con los diferentes gremios estatales a partir del mes próximo.
El Frente Progresista tuvo una política generosa que permitió en los últimos cuatro años mejorar el nivel del salario de bolsillo de los estatales con respecto a la inflación pero en ese lapso hubo también un crecimiento de la masa salarial por encima de los ingresos de la provincia, producto de sumar agentes a la planta ya sea para tareas básicas inherentes al Estado -como educación y salud-, pero también por el incremento del gasto político y por ende de la estructura de funcionamiento del propio Estado. En términos globales se pasó de administrar un presupuesto de 14.154 millones en 2008, a ejecutar 24.852 millones en 2011, más el mayor gasto aceptado por la Legislatura a fin del año pasado.
Los rojos de los últimos ejercicios podrían ser atenuados por el incumplimiento de compromisos del gobierno nacional -especialmente en lo que al déficit previsional refiere- ya que, por ejemplo, hace seis años que de modo unilateral Anses dejó de girar las partidas comprometidas. El resto de los reclamos de la administración santafesina son motivo de negociación y el resultado es incierto. En cambio es evidente que la Nación ha castigado en el trato a las provincias que no tienen deudas con ella -tal el caso de Santa Fe- a las que ni siquiera le transfieren los ATN que les corresponden.
Por este estrecho camino económico empezó a transitar la administración de Antonio Bonfatti. Como continuidad de la de Binner no puede reclamar beneficio de inventario. Pero la carga es pesada y se agrava con los estragos que causa en la producción agropecuaria el fenómeno de La Niña.