Homicidio en Los Hornos
Los padres de “Tuqui” Silva aseguran que es inocente
Está detenido, imputado como partícipe principal por el homicidio de Diego Rojas, ocurrido el viernes 17 de junio.
Graciela y Miguel Ángel no se explican cómo fue que su hijo quedó involucrado en el crimen de Rojas.
Foto: Amancio Alem
De la Redacción de El Litoral
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“La única diversión de mis chicos es jugar a la pelota. No se drogan, no andan robando, son sanos, será por eso que no los quieren”, se preguntó Miguel Ángel Silva, padre de “Tuqui”, el muchacho de 32 años acusado como “partícipe principal” por el homicidio de Diego Sebastián Rojas.
Silva padre se presentó ante los medios junto a su esposa Graciela Guadalupe Pérez, preocupados por la situación que le toca atravesar a uno de sus 4 hijos. “Esto nos afecta el apellido, jamás tuvimos problemas de nada”, sostienen los vecinos de barrio Los Hornos.
El viernes 17 de junio “estaba levantando unos tirantes pesados para el techo de mi casa y ‘Tuqui’ me estaba ayudando. En eso se hace la hora de llevar a los chicos a la escuela y como él tiene el autito se va”, relató Miguel Ángel.
“En ese interín ocurre la muerte del chico Rojas. Pasaron 10 minutos y apareció la policía que preguntó por el ‘Tuqui’, por si andaba en el auto. Después llegaron de Homicidios explicando lo que pasó y diciéndonos que lo buscaban a ‘Tuqui’ porque él lo llevó a Brian”, el chico de 15 años que está acusado del crimen y que todavía se encuentra prófugo.
“No vengas, te están buscando”
El personal de la Seccional 9na. junto con los de División Homicidios, llegó ese viernes a la casa de calle San Juan al 5500 de barrio Los Hornos, para controlar una situación de violencia desatada en horas del mediodía. Tendido en un pasillo, estaba el cuerpo de Diego Rojas. El muchacho, de 24 años, recibió al menos tres disparos, uno de ellos que le impactó en la cabeza provocándole la muerte.
Uno de los hermanos de la víctima, un hombre de 38 años, señaló sin dudas a un tal “Brian” de 15 años, como el ejecutor y a “Tuqui” lo acusó de sacar al chico del lugar en un auto.
Por eso, cuando la policía comenzó a hacer preguntas en los alrededores, Graciela, la mamá de ‘Tuqui’, lo llamó para pedirle que no volviera. “Le dije ‘no vengas’ porque la policía lo estaba buscando por la muerte de Rojas”.
Se entregó en Tribunales
El muchacho estuvo oculto durante diez días y el 27 de junio por la tarde se entregó en tribunales, acompañado por el abogado Ignacio Ferreyra.
Para convencerlo, su padre le había dicho que “si disparás es peor. Si no hiciste nada no tenés por qué andar disparando”, recordó Miguel Ángel. Además, el hombre de 60 años que se dice un trabajador de ley y que se muestra dolido por la situación que atraviesan, busca alguna respuesta a lo ocurrido, y razona: “Al pibe mío le tienen bronca. Hace un tiempito cobró una plata de un accidente, con la que se compró un autito y empezó a arreglar la casa. Le tienen envidia”, sostuvo.
Para más detalles, su padre desplegó un croquis del barrio que había dibujado, para explicar cuál era el recorrido de rutina de su hijo y contrastarlo con las versiones de quienes lo acusan, que son los familiares de la víctima.
Consultado por si existía alguna relación entre la víctima y su hijo, el hombre contesta que “los conocía de vista, lo mismo que al pibe Brian”, ya que se los cruzaba seguido por el barrio.
“Indignados”
Un grupo de vecinos de barrio Los Hornos hizo llegar su reclamo a El Litoral, y opinaron acerca de la situación que envuelve el crimen de Diego Rojas.
“Somos vecinos indignados” que denuncian las dificultades que enfrentan todos los días en el barrio. “No podemos salir, ocurren mil robos” y “esto no va a terminar”, porque “están creciendo con armas en las manos; los vemos pasados de drogas”, “poniendo en riesgo la vida de los que no tenemos nada que ver”.
Reconocen que “esto viene desde hace más o menos 13 años” y “ha hecho que al menos 10 familias se fueran del barrio”. “Salvemos nuestros hijos antes de que se desvíen”, implora la carta de aquellos que por diferentes circunstancias de la vida no pueden abandonar sus casas.