Pérdida del autoabastecimiento
El país no repone el gas ni el petróleo que consume
Las tarifas baratas desalientan la exploración y obligan a importar; subsidios y compras al exterior comprometen las cuentas fiscales.
De la redacción de El Litoral
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DyN
Ocho ex secretarios de Energía alertaron en un documento sobre “la caída productiva crónica de nuestros yacimientos de hidrocarburos que se produce desde 1998 en petróleo y desde 2004 en gas natural” y “la pérdida -reciente e irreversible en el corto y mediano plazo- del autoabastecimiento energético.
“Argentina, que en 2006 tenía un saldo comercial positivo para el sector energético de 5.600 millones de dólares, terminará 2011 con un saldo negativo estimado de 3.000 millones de dólares”, puntualizaron.
Advirtieron que “las importaciones crecerán en los próximos años tanto en volumen como en precio” y “los precios internos de la energía deprimidos alentarán por su parte el crecimiento ya insostenible de los subsidios energéticos que comprometerán recursos fiscales en un porcentaje elevado del PBI”.
Los ex funcionarios que elaboraron el documento son Emilio Apud, Julio César Aráoz, Enrique Devoto, Roberto Echarte, Alieto Guadagni, Jorge Lapeña, Daniel Montamat y Raúl Olocco, que se desempeñaron en las presidencias de Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde.
Pérdidas graves
“La pérdida de reservas comprobadas es un hecho gravísimo que no tiene precedentes en los últimos 50 años”, aseveraron los ocho ex secretarios. En ese contexto de caída de la producción, se señala que las “tarifas congeladas subsidian el consumo de toda la población en vez de focalizarse sólo en la población careciente”.
“Si el país quiere progresar deberá hacerlo sobre la base de un sistema energético eficiente y confiable; y esto se logrará sólo si hay una cabal comprensión de los problemas por parte de la ciudadanía y sus dirigentes y una política de Estado permanente acordada para implementarlo”.
Precisaron que “es necesario crear las condiciones para que el sector energético sea autosuficiente y atraiga hacia sí una corriente inversora que amplíe la oferta, de forma que ésta satisfaga en forma armónica a la demanda en constante aumento”.
En referencia al desarrollo de yacimientos de petróleo y gas de esquistos y de arenas compactas, señalaron que “el relato oficial con los anuncios realizados en los últimos meses lleva a confundir recursos con reservas probadas e induce a la población a creer que la recuperación de las reservas y la producción de petróleo y gas argentinos serán inmediatas”.
LA FOTO /// La necesidad no tiene delivery
Garrafas sociales y dolor lumbar
Para que los 10 kilos de propano o butano envasado cuesten $ 16, hay que ir a buscar la garrafa y cargarla como se pueda. Con entrega a domicilio el costo es de $ 32. Si la garrafa es de 15 kilos, hay que desembolsar $ 25 ó $ 48 (sin o con delivery). Paradojas de la política social: el que tiene vehículo, accede al beneficio. Eso sí, la venta a precio “oficial” es sólo por la mañana, y en pocos puntos de venta. Foto: Guillermo Di Salvatore
Resta mucho por hacer
Por Jorge Caminos (*)
Acciones como la del reemplazo de lámparas y como la reglamentación del uso de equipos de refrigeración donde se pueden vender sólo los equipos eficientes, son muy importantes para intentar de alguna manera que este crecimiento que tenemos se pueda minimizar un poco y permitiría disminuir la necesidad de inversiones tan continuas, que ningún país puede afrontar como debería.
Voy a dar sólo el ejemplo de las lámparas. El impacto es directo ya que el Estado nacional viene repartiendo lámparas de bajo consumo desde hace tres años. O sea que cuando uno hace un poco los números estamos hablando de que va a haber una disminución en la potencia que va demandar en determinadas horas en el país; y que anda en el orden de los 800 y 1.000 megas. O sea que el impacto es extremadamente importante para un país que tiene una generación de 24 mil megas y que tiene sus problemas en algunas épocas del año (y ésta es una de ellas, sin dudas). Por lo cual ésta es una medida totalmente acertada porque sin lugar a dudas este beneficio es totalmente inmediato y transparente para todos nosotros.
El Pronuree donde está incluido lo de las lámparas, el etiquetado y todo un reemplazo de lámparas de alumbrado público, es importante pero todavía falta mucho. Lamentablemente se ha empezado tarde, no mirando lo que se venía, posiblemente por falta de información (en nuestro país por mucho tiempo se dejó de hacer planificación energética) y se está retomando de a poco este tema. Donde se trata de ver lo que se va a necesitar y en función de eso buscar una alternativa.
Aún falta mucho para trabajar conscientemente en el sector industrial, en la eficiencia energética en el sector residencial y en el sector público a través de políticas un poco más estrictas de cumplimiento por todos los consumidores. De todas maneras se logró un paso importante y faltan dar muchos más; porque sin lugar a dudas la eficiencia energética es la alternativa más inmediata que tenemos en todo el mundo, de reducir inversiones y de reducir la contaminación indiscriminada de la manera cómo se ha estado haciendo hasta ahora.
(*) Ingeniero electricista, director del Grupo de Estudios sobre Energía (Gese), que funciona en la UTN Santa Fe