Llegan cartas

Responsabilidad para todos

Silvia Restagno.

DNI. 5.116.409.

Señores directores: Los ciudadanos no sólo nos conformamos con que los diarios nos informen con grandes titulares con respecto a las infracciones que muchos cometen en diversos sectores de nuestra sociedad, sino que también quisiéramos que nos informen de las medidas reparadoras que se toman al respecto.

Por ejemplo, solamente leyendo “El Litoral” del domingo 19 de junio, nos enteramos que se están tomando medidas para combatir el robo de energía a través de los operativos antifraude... Es por ello, que todos los ciudadanos, lo felicitamos y aplaudimos. Pero nos permitimos sugerir dos cosas: primero nos parece estupendo el programa de “Energía y Agua Seguras” para los sectores más vulnerables. Usted nos informa que dicho programa prevé “un consumo limitado, por ejemplo para una estufa, calefón, un TV, una heladera e iluminación básica”.

La sugerencia es la siguiente: que se les agregue también un mínimo consumo para un equipo de aire acondicionado, porque los habitantes de las casas precarias de los barrios vulnerables tienen que soportar el mismo calor santafesino que los demás sectores donde roban energía y pueden pagarla. Porque todos nosotros sabemos que tanto en los sectores más vulnerables como en los más pudientes, en el verano hay equipos de aire acondicionado prendidos las 24 horas del día, total, están todos enganchados.

La segunda sugerencia es la siguiente: se nos informa que actualmente se efectúan más de 80.000 actas anuales por infracciones. Bien sabemos que todos somos hijos del rigor: yo le sugeriría que mensualmente se de a conocer, vía Internet, la nómina completa de infractores con nombre y apellido, domicilio y número de documento. Yo creo firmemente que aún queda gente con vergüenza y esta medida puede resultar aleccionadora.

Siguiendo con la información que los ciudadanos nos merecemos, me dirijo ahora al Colegio de Abogados con grandes titulares, en los diarios también nos informaron de los caranchos que están agazapados a las puertas de los hospitales, esperando a los familiares de los accidentados para ofrecerles “sus servicios” y luego cobrar los seguros. Así estaban a los accidentados y a las compañías de seguros. La sociedad nos merecemos que el Colegio de Abogados o quien le corresponda nos informe con nombre y apellido a quiénes expulsaron o qué medidas se tomaron contra tan aborrecibles prácticas.

Todo esto en la convicción de que así, entre todos, funcionarios y sociedad en general, contribuiremos de a poco, a aprender a vivir en una sociedad mejor.