El viernes empezó con la campaña electoral
Del Sel promete otra sorpresa para el próximo el 24 de julio

Miguel Torres del Sel destacó el buen comentario que escucha de la gestión de Obeid.
Foto: Archivo El Litoral
El humorista aseguró que la gente está buscando algo distinto y “lo distinto somos nosotros”. Dice que le creen y lo votan porque habla de los problemas del ciudadano común.
Gabriel Rossini
“La honestidad es lo único que puede provocar un cambio. Con pasión, con alegría, con sentido común y haciendo lo correcto, como me indicó el Lole hace un mes. Me dijo: ‘Mirá Miguel, sos buen tipo, podés hacer las cosas bien o mal. Hacelas bien’. Estamos con ventaja. No tenemos los compromisos que tiene el kirchnerismo y el socialismo. Venimos muy libres para actuar de una manera distinta”.
El que habla es el candidato a gobernador del PRO, Miguel Torres del Sel, una de las sorpresas del último 22 de mayo, que promete otra para el 24 de julio. “¿Sabés qué me dijo un periodista en Rosario? Que lo mío es mucho más arriesgado, porque el Lole cuando se largó hacía mucho había dejado de correr. Yo me estoy bajando del éxito para ayudar a la gente y por eso lo valoraron mucho más. No quiero ni fama ni plata. Siempre fui un tipo con vocación de servicio, al que pude le di una mano. Cuando hablás con el corazón la gente se da cuenta enseguida, lo mismo cuando mentís. Está cansada de promesas, de todos estos aparatos llenos de compromisos, de gente que siempre reaparece. En los afiches están siempre los mismos. La gente está buscando algo distinto y lo distinto somos nosotros”.
—¿Quiénes creés que no te votaron en la primera y te van a votar el 24 de julio?
—El viernes empezamos la campaña por San José de la Esquina, Arteaga, Chañar Ladeado, Venado Tuero y Firmat. Vamos a tratar de ir a los lugares donde no pude ir en la campaña de las primarias. Nuestra estrategia va a ser la misma. Darle la mano, saludarla, escuchar los reclamos de la gente, contar nuestra propuesta que es la de apuntalar la educación, urbanizar villas, mejorar la seguridad, jerarquizar la policía, entrenarla. Es lo que la gente pide. Por otro lado, vamos a presentar a la gente que va a integrar nuestro gabinete. Con Osvaldo Salomón, Norberto Nicotra, Chiquito Campanella y todos los candidatos, queremos mostrar que estamos bien respaldados, que tenemos un proyecto serio y que se puede realizar.
—Sacaste más de 235 mil votos. Necesitás al menos el doble para ganar. ¿Cuál va ser la estrategia para que eso ocurra?
—Sorprendimos en la interna y el que no estaba convencido ahora lo está. El sábado jugué un torneo de fútbol de veteranos en Firmat y entre foto y foto la gente me decía: “En mi casa somos cinco que votamos a Barletta y ahora lo vamos a hacer por vos”; otro que votó a Giustiniani lo mismo. Lo dije el primer día. La gente no tiene necesidad de decirme el último mes que me va a votar. Puede saludarme, desearme suerte y punto. En la interna, dije que íbamos a sacar el 15 ó 16 por ciento y no me equivoqué. Ahora lo mismo. No está obligada a decirme que me va a votar. Puede sacarse una foto y punto. Pero hay un apoyo explícito.
—Te vas a enfrentar con dos aparatos fuertes, con recursos.
—Pero se equivocaron con la cantidad de publicidad que han hecho, la gente terminó rechazando la empapelada que le pegaron a la provincia entera gastando millones. Nosotros esperamos los últimos quince días para poner nuestros afiches y carteles y mira la cantidad de votos que terminamos sacando. Cada candidato estaba recontraposicionado y seguían empapelando.
—La semana posterior a las internas hablaste en todas las notas que te hicieron de un tema que no estuvo en el centro del debate público de la campaña que fue la pobreza, de la tristeza de la gente.
—El socialismo sabe que esa pobreza existe, pero no puede decir nada porque se tira tierra encima. Y lo mismo el gobierno nacional, con sus candidatos. Un gobierno exitoso tendría que haberla bajado del 25 ó el 30 por ciento al 15. No debería haber tanta pobreza. Yo lo puedo decir porque a la provincia la recorro, me meto en las villas. Según me dicen, soy el único que entra. La miseria y la pobreza que hay no se puede creer. Es una de chapas, nylon, mugre, no hay cloacas. Es una cosa espantosa. Me saqué fotos y escuché los reclamos. En el barrio Toba, me recibieron dos caciques. En Las Flores, no me dejaban ir, estuve como cinco horas y media. Me hicieron 500 reclamos particulares y me dijeron que no hay cloacas, no entra el basurero, ni la policía, ni las ambulancias. Ahí hay que urbanizar, hacer asfalto, luz, un buen dispensario, un comedor infantil como corresponde. Tampoco, hablan del tema de la inseguridad. Es tremendo lo que pasa en la provincia. Los últimos días, he visto patrulleros con un pantallita de led y me parece bien. Ahora, ¿no es tarde acordarse a dos meses de las elecciones? ¿No lo podrían haber hecho hace cuatro años cuando asumieron? La gente se da cuenta de que están tapando baches, arreglando canteros, todo por las elecciones. Pero no importa, que lo hagan. Ahora, que no pretendan que la gente no se dé cuenta.
—¿Cómo hacer todos estos cambios?
—Con plata y más producción. Cuando hablás con los productores de ganado -por darte un ejemplo-, te dicen que pueden producir el doble si hay un plan ganadero. Falta inversión, faltan muchas cosas. ¿Quién va a ir al norte de la provincia si el acueducto que hace 60 años vienen prometiendo los candidatos y los gobiernos no se hace? Las rutas están en bastante mal estado. Hay obras prometidas desde hace 20 años. Se pueden hacer. No digo que no haya que apuntalar la cultura, pero hay prioridades por solucionar. Si querés resolver el tema de la inseguridad, hay que mejorar la educación, tiene que haber más trabajo, urbanizar las villas y que la gente viva de otra manera. Así, calmás los ánimos. Un pibe que estudia no va a robar y hay que atacar el tema de la droga que es tremendo.