Un precandidato que habla del mediano y el largo plazo
Barletta: “Desde Santa Fe no es difícil crear empleo”

“No sólo se trata de garantizar el cambio; proponemos animarnos a más”, define el intendente de Santa Fe.
Foto: Luis Cetraro
Piensa que la provincia tiene aparato productivo e investigación para multiplicar “por cientos” los casos de sustitución de importaciones. Muestra los ejemplos exitosos de alto desarrollo tecnológico, y compara: “Si pudimos hacerlo desde la UNL cómo no vamos a poder desde el Estado”.
De la redacción de El Litoral
“ Es éste el momento para la provincia: por el contexto internacional, porque se sentaron las bases del cambio en el Estado en el gobierno de Binner y Tessio, y porque tenemos las posibilidades de crecer, de hacer una revolución educativa y hacer efectivo lo que he pregonado toda la vida: reunir conocimiento y producción”, dice Mario Barletta, precandidato a gobernador por la lista Unidad Progresista del Frente Progresista, Cívico y Social.
“Nuestro programa es sustituir importaciones, incorporar valor agregado y, fundamentalmente, crear empleo”, afirma el intendente santafesino, que considera que es posible -desde la provincia- tener esas macro políticas.
“No, no es tan difícil”, responde ante una duda del periodista. Replica con ejemplos: “La cámara del fotógrafo seguro es importada, como este grabador, como casi todo lo que nos rodea, que si no es importado tiene componentes importados”. Barletta dice que en esos objetos de consumo masivo hasta los bienes de capital de las fábricas o el cluster de la maquinaría agrícola “son o tienen componentes importados”, que implican una oportunidad.
El ingeniero recuerda su reciente visita a la fábrica de Lheritier: “Toda la maquinaria para la producción de chupetines es importada, pero también lo son el papel que los envuelve y también el palito plástico del Pico Dulce. Y en Vicentín, en Reconquista, vimos la producción del Algodón Estrella y tienen también una inversión en maquinaria fabulosa, que también es importada”, narra.
Sea que se trata de un producto final o un componente, “importar es meter la mano en el bolsillo y comprar. Pero si se pudiera producir en lugar de pagar se vincula conocimiento y producción, y así se abaratan costos y se crean empleos”.
“No es un misterio, la creación de empleos está en la producción. En generar elementos que puedas producir por vos mismo... Y si además podés producir en cantidad suficiente para atender tus necesidades y también el consumo interno se cambia de poner plata para comprar un producto a abaratar costos y hasta ganar dinero. Y en medio se produce trabajo”, se entusiasma el ex rector de la UNL.
“Es muy fácil”
“Usted me dice que no es fácil... pero si lo hicimos. Pudimos, acá, en Santa Fe. Le doy dos ejemplos: antes el 100% de los remedios para los enfermos renales era importado, ahora desde Zeltec que está en el Parque Tecnológico, exportamos a 12 países”, mencionó.
Agregó que “cuando fui a Vicentín no fue para ver cómo hacen algodón, sino porque allá está el ingeniero Luis Mina, de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas. En 2002 yo era rector de la UNL y él fue a verme con tres tubos de ensayo, chiquitos, y me dijo: ‘Mirá acá lo que hay es lo que sobra de la cosecha de algodón, el pellets, que usualmente se quema en hornos, pero podría servir para hacer esto otro’, y había un polvo blanco en otro tubo... Era el excipiente de la celulosa microcristalina que la necesitan todos los remedios: es el medio, el soporte, en el que se vuelcan las drogas farmacológicas. Son 1.400 millones de toneladas de ese producto que la industria farmacológica argentina importa. En octubre se va a inaugurar la planta de Reconquista que va a fabricar 600 toneladas de ese producto: ya está aprobado por la Amnat. Y todo comenzó con un pequeño laboratorio, que le hicimos al ingeniero Mina en la terraza de la Facultad. Cuando terminaron el desarrollo se asociaron con un privado: Vicentín, y se instalaron en Reconquista porque allí está el algodón, la materia prima”.
“Son dos ejemplos -siguió Barletta- que se pueden reproducir por cientos. Y así se genera empleo. ¿Cómo no va a tener herramientas un Estado provincial si nosotros pudimos hacerlo desde la Universidad?”, comparó.
Agregó que con la Universidad Nacional de Rosario “ya tenemos presentada una lista de 10 áreas para la sustitución de importaciones, con potenciales desarrollos identificados, y en cada una hay de 5 a 7 productos a fabricar aquí y que hoy se importan. Santa Fe tiene los investigadores, los laboratorios y la capacidad instalada para que estudien cómo sustituirlos... Claro, me van a decir, que esto es a mediano o largo plazo. Sí, es así, las políticas importantes son a mediano o largo plazo. La primera empresa biotecnológica incubada nació en la Facultad de Bioquímica tras un proyecto de investigación diseñado para seis años, que finalmente llevó casi ocho”.
Dirigentes en la palmera
“Cuando estaba en Lheritier me mostraron la nueva empaquetadora de dulces. Un bicho enorme. En Europa, 200.000 euros; en Brasil, 100.000 dólares. Los brasileños se han especializado en replicar máquinas que venden al resto de Latinoamérica. ¿Y nosotros... en qué estamos, en la palmera? Me pregunto: no lo hacen porque no saben, porque no quieren o porque no lo ven”, dice el ingeniero.
Cuando se le pregunta sobre quién es responsable del subdesarrollo, Barletta no duda: “Los Estados, esto es así porque faltan políticas desde el Estado. Los dirigentes son los culpables, ha fallado la dirigencia, la visión de mediano y largo plazo que debe tener quien conduce: no se le puede echar la culpa ni a los investigadores ni a los empresarios. El rol del gobernante, del dirigente es estar con la mirada un poco más adelante”.