Apuntes de política provincial
Campaña de laboratorio
Teresa Pandolfo
Algunos precandidatos aseveran que la campaña para las elecciones primarias, obligatorias y simultáneas en la provincia todavía no empezó; que recién se están armonizando los equipos y el trabajo con la militancia.
Otros postulantes afirman que, por el contrario, la campaña que vienen realizando les ha dado su fruto y ya están posicionado a la luz de las encuestas que manejan.
Y hay terceros que sentencian que ninguno de los actuales sondeos debería tomarse en cuenta por parciales. Toman como referencia las dos principales ciudades y no el interior, que cambió sustancialmente a partir del conflicto del gobierno con el campo. Quienes mantienen esta tesitura agregan que no es posible sacar ninguna conclusión con una muestra que registre diez o quince comunas. Que la homogeneidad se perdió en aquella lucha y hoy cada localidad es un mundo distinto al de la otra, según cómo les ha ido en estos años.
Primeras señales
Las primeras señales están indicando que dentro del frente Santa Fe para Todos (justicialista) la gran pelea -que hoy se ubica en Rosario pero que se trasladará al resto del territorio- presenta como protagonistas a los dos postulantes de cuño kirchnerista: Rafael Bielsa y Agustín Rossi. Puede beneficiarse con ella Omar Perotti, que expresa una posición intermedia, en tanto Juan Carlos Mercier, a quien se le reconoce como la figura más sólidamente formada de toda la oferta electoral, todavía no es asumido por el electorado como precandidato a la Casa Gris.
En el peronismo se plantea una diferencia ideológica entre quienes abrevan en el kirchnerismo, y Mercier y Perotti, aunque también a ellos los separan diferencias de gestión y generacionales.
Como hemos señalado en “Apuntes...” de semanas atrás, con excepción de Agustín Rossi que armó con tiempo su estructura y mantiene la iniciativa en la campaña, el justicialismo se acordó tarde de que había elecciones, a lo que hay que sumarle dos elementos particulares más y otro general: los errores de conducción cometidos donde la dirigencia reutemanista, que fueron muchos y profundos y, en segundo lugar, que otros peronistas emigraron para compartir el espacio con el Pro, de Mauricio Macri. Tal el caso Miguel Torres del Sel con Osvaldo Salomón, a quienes acompañan Norberto Nicotra y Alejandra Vucasovich, entre otros.
El tercer elemento, pero que también afecta al Frente Progresista, es la posibilidad que otorga el sistema electoral de precandidatos distritales: van solos para una categoría de cargos y no asumen ninguna responsabilidad de campaña del conjunto. El Frente corre con la ventaja de la influencia de los gobiernos provincial y municipales en Santa Fe y Rosario, entre otras ciudades.
Pero en su seno se presentan otro tipo de incertidumbres. El socialismo va dividido entre las postulaciones de Rubén Giustiniani y de Antonio Bonfatti. Este enfrentamiento se observa agravado en Rosario, donde el PS cuenta con el mayor número de militantes.
El ahinco con que el gobernador viene defendiendo la postulación de Bonfatti le ha generado al PS un problema político y se ha convertido en un bumerán para el mandatario. Es real que con un socialismo fragmentado y estructura consolidada sólo en esta provincia, si no gana la primaria el ministro de Gobierno, las aspiraciones de Binner para presidir o integrar una fórmula presidencial se podrían ver menguadas.
La posición militante del mandatario en contra de Giustiniani, principalmente, pero también con Barletta, ha mostrado que en los hechos el Frente quedó reducido a una alianza para ganarle al justicialismo. Incluso reconociendo que el gobierno ha producido cambios que quedarán como hitos de gestión en áreas sensibles como la justicia, empleo público y salud.
La disputa entre los socialistas puede llegar a beneficiar en particular las aspiraciones de Mario Barletta. El concejal radical Jorge Boasso, que aspira a llegar a la intendencia rosarina, en las encuestas que se manejan, aparece varios puntos arriba de Mónica Fein, la socialista apoyada tanto por Miguel Lifschitz y el binnerismo como por Giustiniani. Meses atrás, era impensable que el PS dejara de ser gobierno municipal en Rosario.
Barletta registra apoyos menores el la ciudad del sur, pero si hace una buena elección en el resto de la provincia, podría tener chances de ganar la primaria. Dentro del Frente Progresista es el que mejor expresa una idea estratégica respecto de Santa Fe.
Su posición es similar a la de Omar Perotti dentro del armado justicialista. El rafaelino es interpretado por quienes lo conocen como un hombre de gestión de avanzada. Además, cuenta con una sólida formación económica e interesantes lazos con el exterior.
Hoy se podría decir que tanto Barletta como Perotti se ubican como expectantes frente a las posiciones de todos los otros precandidatos para la Gobernación.