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SEÑAL DE AJUSTE

La Mole, muele

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Luego de bailar cuatro ritmos, el empate de los jurados y el ajustado voto del público -menos de un punto de diferencia- La Mole se consagró campeón de “Bailando 2010”. Foto: Gentileza Ideas del Sur.

Roberto Maurer

“Caín y Abel” fue la gran esperanza de Telefé para la temporada 2011. Se trató de una ficción bien preparada y promocionada, con un elenco que se seleccionó para los paladares televisivos más exigentes, y un argumento potente. Hoy estamos hablando de un edificio reducido a cenizas.

Se estrenó el 15 de septiembre, con optimismo y un pronóstico de larga y exitosa vida, pero apenas duró tres meses. Si bien comenzó con un rating que no satisfizo las expectativas, el nivel de audiencia se sostuvo en el piso de lo decoroso, pero “Caín y Abel” no tuvo la oportunidad de autorreformarse y nacer a una nueva vida, tal como le fue concedida a “Botineras”, por ejemplo, o “Vidas robadas”. Es una oportunidad que no se niega a ninguna telenovela.

Su mala salud determinó que los productores y el canal acordaran prolongar su vida hasta el 31 de enero, pero, en forma unilateral y abrupta, Telefé decidió interrumpir la agonía antes de que concluyera el año: ni siquiera le dieron el tiempo que necesita el cachorro de ovejero alemán para cambiar los dientes de leche.

La tumba de los hermanos bíblicos

El capítulo final fue de pura muerte y destrucción, o sea la manera de resolver con eficacia la exigencia de un desenlace precipitado. Solamente pudo encontrarse alguna forma de felicidad en las subtramas de los personajes secundarios. Y la última escena estuvo a la altura de las circunstancias penosas emanadas de la propia tira, con una hilera de tumbas de la familia Vedia a las cuales Leonora lleva flores.

Mientras “Caín y Abel” yacía en el ataúd, a su alrededor todos buscaban explicaciones a su desaparición tan prematura. “¡Con actuaciones tan buenas! -se lamentaban. ¡Con una historia tan fuerte! ¿Qué pudo haberle pasado?”. Hasta logró una felicitación del Inadi por su tratamiento de la violencia familiar. Y se especulaba: “Tal vez el público no se enganchó porque se había enfatizado el factor policial de la ficción, a la vez que se debilitaba a la parte romántica”.

Cualquier explicación resulta válida, pero existe una, la principal, y se llama La Mole Moli. Para los dos hermanos bíblicos fue mortífera la competencia con “Bailando 2010”, que llegó a triplicarlos en audiencia. Y el factor decisivo en el tramo final de la temporada de Tinelli, apagadas las revelaciones sucesivas de Fort, Tito y Coki Ramírez, fue el papel protagónico de esos 125 kilos de carne procedentes de Córdoba, cuya cultura popular brilla desde los tiempos de la revista Hortensia: la Mona Giménez ahora no está solo.

La gente compra candor

Como se sabe, luego de bailar cuatro ritmos, el empate de los jurados y el ajustado voto del público -menos de un punto de diferencia- La Mole se consagró campeón de “Bailando 2010” en la final disputada con Paula Chávez.

El boxeador y la modelo iniciaron sus campañas sin saber bailar y, según opiniones autorizadas, habrían aprendido.

Al presentarlos, la integrante del jurado Graciela Alfano declaró que “la gente compra candor, son personas comunes que supieron superarse”, inspirándose en una idea de la virtud que excluiría a bailarines con las condiciones de Julio Bocca. Fue el triunfo de la gente común, reconocido por las masas, es decir, un caso ejemplar de populismo. “Quedaron dos carismáticos”, fue la síntesis de Moria Casán.

Fueron largos caminos los que recorrieron los finalistas. En el suyo, Paula Chávez encontró el amor (el inexpresivo Pedro, productor del programa), y también se rompió un dedo. En sus principios, La Mole era maltratado por los jurados, pero sus progresos lo fueron situando a la altura de Fred Astaire.

De repente, la tele se vació y sus extensiones parasitarias afrontan la vida sin Tinelli. Ya disponen del relevo: el subproletariado de “Gran Hermano 2011”.

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“Caín y Abel’ no tuvo la oportunidad de autorreformarse y nacer a una nueva vida”, sostiene Maurer. Foto: Gentileza Telefé



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