Comenzó con casi 1.000 asistentes, el Seminario INTA Expone. El evento sirvió para exponer algunas propuestas por un campo mejor.
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“El INTA es lo que es por sus méritos y sus capacidades. Porque fue capaz de pensarse a sí mismo desde la razón central, que era contribuir al desarrollo de la investigación tecnológica de la Argentina”, dijo el ministro Julián Domínguez en su discurso.
“Todos los aportes se hicieron posibles por el crecimiento del presupuesto, ya que se aumentaron 20 veces las inversiones en infraestructura e incorporación de personal con un promedio de 54 millones de pesos al año” Para nuestra zona, es de destacar algunos de los logros alcanzados. En este sentido, el INTA desarrolló una variedad no transgénica de arroz resistente a herbicidas (Puitá INTA CL) y otra que cuenta con un sistema de cultivo que permite obtener un producto de alto rendimiento y calidad . En trigo, en los últimos cinco años, el INTA contribuyó a la creación de 17 variedades que favorecieron la sustentabilidad ambiental (aprovechan al máximo el suelo y el agua) y poseen un buen comportamiento ante las principales enfermedades de ese cultivo. Además, sus ciclos cortos, su rápida madurez y la incorporación de nuevas tecnologías, permitieron que su área sembrada se complemente con la de la soja, hecho que favorece el rendimiento de los nutrientes del suelo.
Con respecto al mejoramiento genético vacuno, el El INTA, junto con la Asociación Argentina de AnGus dieron origen al programa Evaluación de Reproductores Angus (ERA) que, luego de dos décadas de existencia, está integrado por 312.292 reproductores de 365 cabañas.
En forrajeras para climas subtropicales, el crecimiento también se debe a la expansión de la introducción de pasturas adaptadas a la zona. Estos nuevos sistemas logran importantes aumentos de la productividad instantánea.
La leche en polvo y los quesos son el principal destino industrial de la leche producida en el país. Históricamente, los niveles de sólidos se encontraban ubicados muy por debajo del potencial para la proteína y la grasa, por lo cual el INTA junto con otras instituciones, desarrolla actividades de investigación y transferencia en la resolución de este problema.
Además generó modelos asociativos que permiten que pequeños productores apícolas implementen una economía de escala para competir en las actuales condiciones de mercado. El PROAPI ha impulsado la conformación del Clúster Apícola Zona NOA/centro que integra a más de 400 pequeños apicultores y una red de 20 escuelas agropecuarias. Ojalá que siga así.