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Entrevista a Mabel Pagano

“La novela histórica se ha ido depurando de oportunistas”

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Mabel Pagano.

Mabel Pagano nació en Lanús Oeste, provincia de Buenos Aires, en 1945. Ha publicado novelas y diez libros de cuentos, dos de ellos en el género Literatura Infantil. Figura en veinte antologías, dos editadas en Estados Unidos y una en España. Los principales premios que ha obtenido son: Emecé de Novela, Fundación Fortabat, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Gobierno de la Provincia de San Luis, Fondo Nacional de las Artes y Municipal de Córdoba.

 

De la Redacción de El Litoral

—¿Qué significa para usted la reedición de su novela “Martina Chapanay, montonera del Zonda”, después de diez años de su primera publicación?

—Una gran alegría, ya que esa primera edición, del año 2000, se agotó sin que tuviera una distribución más amplia, sobre todo en el interior del país, que era lo que a mí me interesaba, considerando las características del personaje. Una mestiza sanjuanina, comprometida con las luchas de Quiroga, Lamadrid, Benavídez y el Chacho Peñaloza.

— ¿Hace mucho que escribe novela histórica?

—Treinta años. Todo empezó con una biografía novelada sobre Eva Perón. Después continué con “Lorenza Reynafé o Quiroga, la barranca de la tragedia”, “Luisa Martel de los Ríos, la Fundadora” (vida de la esposa de don Jerónimo Luis de Cabrera), “Martina Chapanay”, “Felicitas Guerrero, historia de una trágica pasión” y la más reciente “Panchito López, la última batalla”, una novela juvenil, que refiere la vida del hijo del Mariscal Francisco Solano López y el desarrollo de la Guerra de la Triple Alianza.

—Pero el año pasado publicó una novela que no es histórica sino testimonial, reseñada en El Litoral.

—Es verdad. “El amor es atroz” es el testimonio de una vida signada por el dolor y la marginación. No fue un tema que yo fui a buscar, sino que él vino a mi encuentro, dado que su protagonista era un vecino, ahora vecina, del lugar donde escribo, un pequeño departamento en la avenida de Mayo. Un buen día comenzamos a hablar y cuando me fui enterando de su vida y sus padecimientos por haber nacido con una malformación en sus órganos sexuales, sentí que tenía que escribir esa historia. Me costó mucho hacerlo, más que cualquiera de las novelas que escribí hasta el presente. Primero porque tuve que enfrentarme a un mundo que me era ajeno, segundo porque la dureza de los episodios que debí contar, me afectó mucho emocionalmente y tercero, porque tuve que acostumbrarme a usar un lenguaje y una terminología que no eran habituales en mí. Pero al comprender que no había otra forma de relatar algo tan brutal que no fuera usando, precisamente, una manera fuerte y desprovista de metáforas, pude hacerlo. Es un trabajo distinto de otros, que me obligó a un mayor esfuerzo, pero que me dejó la satisfacción de haber podido brindar un testimonio crudo sobre una vida de sufrimiento como pocas. Una existencia marcada por la marginación, la injusticia, la impotencia y la incomprensión. El día que presentamos el libro, su protagonista asistió al acto no como invitada, sino como participante y cuando leyó parte de un capítulo del libro, le puso todo el dramatismo que era de esperarse. Conmovió a todos los asistentes, empezando por ella y siguiendo por mí.

—¿Cómo ve al género “novela histórica” en la actualidad?

— Bastante mejor que hace unos años, afortunadamente. Se ha ido depurando de oportunistas, que siempre surgen cuando un género se transforma en éxito, y han quedado los escritores y escritoras que toman seriamente su trabajo. Que hacen investigaciones profundas, crean personajes e imaginan una historia dentro de la historia, sin necesidad de meterse entre las sábanas de los próceres para conseguir un impacto comercial.

—¿En qué está trabajando actualmente?

—Primero en coordinar una antología de cuentos sobre fútbol escritos por mujeres. Cuando se me ocurrió esta idea, me puse a la tarea y tuve la suerte de reunir un grupo de escritoras que se sumaron con entusiasmo a la iniciativa. Ya tenemos el libro en marcha. Se va a llamar “Mujeres con pelotas”. Y también estoy volviendo a meterme en la historia de Córdoba, ya que tengo planeado escribir una nueva novela sobre una heroína de esa provincia.



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