Al margen de la crónica

Escraches de derecha a izquierda

Las reacciones de la gente común, de los medios en general, e incluso de los funcionarios en particular, parecen un tanto disímiles cuando de escraches se trata.

Como se podrá advertir, luego de un cerrado repudio a los agravios sufridos por el diputado santafesino Agustín Rossi, esta semana se conoció la convocatoria para asistir a un escrache público en contra del militar retirado Juan Orlando Rolón, que nadie salió a cuestionar.

Los primeros actos vandálicos, sucedidos en Reconquista y Venado Tuerto en el medio de la gira electoral del “Chivo” Rossi, tuvieron como protagonistas a los productores agropecuarios autoconvocados.

Aunque sin el aval de las entidades que representan al campo, los huevazos lanzados contra el funcionario público y toda su investidura no cayeron del todo mal, aunque públicamente tuvieran que salir a censurar las bárbaras expresiones.

Comunicados oficiales y de funcionarios nacionales y provinciales de todos los sectores, al igual que gremios, entidades intermedias y fuerzas políticas afines y de las otras respaldaron la libertad de expresión del candidato del Frente para la Victoria y lo vergonzante que es para una democracia como la nuestra semejante acto de violencia.

En cambio nada se dijo de la planificada convocatoria hecha por la agrupación Hijos de Santa Fe, para marchar desde el monumento al Brigadier López de la Costanera, hasta la casa del coronel represor, que hasta la semana pasada figuraba entre los responsables de delitos de lesa humanidad durante la última dictadura.

Disconformes por una resolución de la Cámara Nacional de Casación que deja a Rolón fuera del juicio, los defensores de los Derechos Humanos van al choque con un escrache, que por pruritos o llano desinterés de la sociedad -llamese medios, instituciones, fuerzas vivas-, muy pocos salieron a decir que no es esa la manera correcta de protesta.