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Lamentó la muerte de dos chicas en una estampida ocurrida en uno de sus actos

El Papa pide paz para África en una misa multitudinaria

Exhortó al continente a “levantarse” y liberarse de todos los males del pasado.

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AFP-EFE

El Papa Benedicto XVI lanzó un mensaje de paz y reconciliación para África en la multitudinaria misa dominical oficiada al aire libre en la capital angoleña, donde recordó males que afligen al continente negro como las guerras y lamentó la muerte de las dos chicas que enlutó la víspera el encuentro con los jóvenes.

El Papa concluyó la misa en la inmensa explanada de Cimangola de Luanda, frente al Océano Atlántico, con un conmovedor llamado a la paz.

“Pido a las mujeres y hombres de todo el mundo que apunten sus ojos hacia África, un continente que anhela justicia, paz, un desarrollo integral que garantice un futuro a sus pueblos en la paz y el progreso”, exhortó el Papa en el último acto público de su viaje de siete días a Camerún y Angola.

Desde uno de los países más pobres del mundo, devastado por 27 años de guerra civil, pero que en los últimos años registró un crecimiento económico notable, Benedicto XVI lanzó un llamamiento de “esperanza” a los africanos pidiéndoles que se liberen “de los males del pasado para construir un futuro mejor”.

“¡África, álzate! Mira el futuro con esperanza”, clamó al pedir “una herencia duradera de reconciliación, justicia y paz”.

Ante africanos de todas las etnias y tribus del sur del continente negro, entre ellos los obispos de Sudáfrica, Botswana, Swazilandia, Lesotho, Mozambique, Namibia y Zimbabue, el Sumo Pontífice pidió que cese “el conflicto en los Grandes Lagos”, al referirse a la guerra en Burundi, Ruanda, Uganda, y la República Democrática del Congo.

Guerras y rivalidades étnicas

“¡Qué grande es la oscuridad en tantas partes del mundo, también en África. Pensemos en el flagelo de la guerra (en Angola ha durado 27 años), en los frutos feroces del tribalismo, las rivalidades étnicas, la avidez que corrompe el corazón del hombre, esclaviza a los pobres y priva a las generaciones futuras de los recursos que necesita para crear una sociedad más solidaria y justa”, denunció.

Benedicto XVI, al que se le vio en algunos momentos con aspecto cansado debido al fuerte calor y que se limpiaba el sudor con un pañuelo, señaló como otros de los problemas de África “el insidioso espíritu de egoísmo que encierra a los individuos en sí mismos y divide a las familias”.

El Obispo de Roma añadió que ese egoísmo suplanta los grandes ideales de generosidad y abnegación y lleva “inevitablemente al hedonismo, a la droga, a la irresponsabilidad sexual, a la debilidad del vínculo matrimonial, a la destrucción de la familia y a la eliminación de vidas humanas mediante el aborto”.

El Papa les animó a no tener miedo y a demostrar el amor a los vecinos, “sin tener en cuenta la raza, la lengua o la etnia”, y precisó que la Palabra de Dios es “esperanza” y que los, mandamientos no son una carga, sino una fuente de libertad.

“Ruego desde Angola, desde África, y abrazo a todo el mundo”, imploró al término del rezo dominical del Angelus.

Entre 1 y 3 millones

Cerca de un millón de personas, según fuentes cercanas a la policía, asistieron al acto, mientras la agencia estatal de prensa Angop calculó unos tres millones.

Cientos de miles de angoleños se congregaron desde la madrugada en la explanada para escuchar el mensaje del Papa alemán.

“Ha sido un mensaje bello, de paz”, comentó emocionada María, quien llegó de Samba, una de las chabolas de la capital.

“Necesitamos llevar una vida más seria, es el mensaje que me deja el Papa”, comentó el joven Joao mientras su padre Pinto confiesa que le “gustaron los valores que vino a defender”.

En su mensaje, pronunciado en portugués y que no fue interrumpido ni aplaudido como suele ocurrir en la Plaza de San Pedro, el Papa recordó que “la guerra puede destruir todo aquello que tiene valor: familias, comunidades enteras, el fruto de la fatiga del hombre y las esperanzas que guían la vida”, dijo.

La misa comenzó con unas palabras de pesar del Obispo de Roma por la muerte, ayer, de dos jóvenes en una avalancha cuando pretendían asistir en el estadio Dos Coqueiros de Luanda al encuentro de decenas de miles de muchachos angoleños con el Pontífice.

El Papa expresó su solidaridad a los familiares y amigos y su “más vivo pesar” por el hecho que habían ido a verle, afirmó.

Unas 40 personas resultaron heridas en el mismo acto, según fuentes religiosas.

La noticia de la muerte de las jóvenes, que provenían de fuera de la capital Luanda, no ha sido confirmada por ninguna fuente oficial.

Por la tarde, el cardenal secretario de estado, Tarcisio Bertone, visitó a los heridos.

Mucho calor

La misa se desarrolló bajo un fuerte calor en la explanada Cimangola, al lado de una cementera y con el Atlántico como fondo.

Las ofrendas las realizaron mujeres con vestidos típicos, que llevaron en la cabeza grandes cestas con frutas e incluso animales vivos, mientras sonó música tradicional.

Más de 200 médicos prestaron servicio durante la misa, que fue seguida por 900 periodistas, la mitad extranjeros.

Benedicto XVI concluye su penúltima jornada en Angola con un encuentro con los movimientos católicos para la promoción de la mujer, a la que siempre ha considerado el eje de las sociedades africanas.

El Papa pide paz para África en una misa multitudinaria

El Papa, Benedicto XVI (c), llega a la explanada de Cimangola, en Luanda (Angola), donde celebró una misa masiva. El Pontífice llegó el pasado 20 de marzo a Angola procedente de Camerún, donde comenzó su gira por África.

Foto: AGENCIA EFE

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Los fieles católicos hicieron lo imposible para poder asistir a la misa que el Papa brindó en la capital angoleña.

Foto: AGENCIA AFP



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