reproducen semillas en el vivero de San Javier
El arroz agroecológico despierta curiosidad en la zona de la costa
Intentan recuperar a los pequeños productores que quedaron fuera del circuito productivo. En una primera instancia, la producción obtenida estará destinada al autoconsumo; y en un futuro, prevén comercializarla en la región.
Ivana Zilli
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Con la finalidad de generar una nueva alternativa para los pequeños productores de la costa santafesina y del norte del departamento General Obligado, actores públicos y privados están trabajando en el desarrollo del arroz agroecológico. Una iniciativa que, en una primera instancia, estará destinada al autoconsumo de las familias; para luego dar un salto hacia la comercialización de este producto.
En el marco de la Mesa de Agricultura Familiar Santa Fe Norte, “estamos probando si este producto es adecuadamente aceptado por los arroceros de la zona. Por un lado, el INTA apoya toda actividad que está relacionada con la innovación; por el otro, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación tiende a fortalecer a estas organizaciones para que puedan lograr sus objetivos”, señaló Gustavo Tito, del Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar (IPAF) del INTA, en el marco de la tercera reunión denominada “Factibilidad del arroz agroecológico para la agricultura familiar en Santa Fe Norte” que se realizó en San Javier.
Durante la campaña en curso, se está realizando la reproducción de las semillas en una parcela cedida por la delegación San Javier del Ministerio de la Producción de Santa Fe, ubicada en el vivero municipal donde esta institución desarrolla el Programa de Mejoramiento Genético del Arroz. Por su parte, los integrantes de la Asociación de Pequeños productores (Asoprepo) llevan a cabo la reproducción de semillas, asesorados técnicamente por la delegación San Javier del Ministerio de la Producción, quien a la vez aporta el agua de riego por medio de la capacidad instalada de bombeo que posee en el vivero. En tanto, el INTA brinda los recursos financieros para los pequeños productores; y el Programa Social Agropecuario tiene a cargo la organización de viajes de capacitación y jornadas; y la Municipalidad de San Javier contribuye con trabajos de mantenimiento en el predio, algunas labores complementarias de preparación del suelo y la electricidad para el bombeo del agua para riego.
Para Tito, “la producción agroecológica resulta interesante porque se lleva adelante respetando el medio ambiente sin generar algún deterioro en la calidad de vida. Además se logra elaborar un producto sano que es valorado por el cliente, es no perecedero y entra en armonía con el sistema que ya tiene el pequeño productor. Sólo hay que aprender a realizar un adecuado manejo porque no se debe reproducir el modelo convencional que es altamente dependiente de los insumos”.
Entre 3 y 5 hectáreas es la superficie mínima que se requiere para empezar a trabajar con una producción agroecológica de estas características. Las primeras experiencias fueron llevadas a cabo en Guadalupe Norte, localidad del departamento General Obligado; y en esta oportunidad, se eligió desarrollar esta iniciativa en la costa santafesina.
Impacto laboral
El autocosumo es la base de toda “agricultura familiar”; aunque, a medida que cada emprendimiento comienza a crecer se dan los primeros pasos para vender en distintas ferias de la región. Una razón más que válida para que esta experiencia tenga una repercusión favorable en la zona de la costa y en el norte santafesino. En ambos lugares, “se lograría optimizar el uso de mano de obra familiar, generando un mayor empleo; y se podría hacer una adecuada utilización de cada uno de los predios productivos”.
Hasta el momento, “no se hicieron los números de cuál será el rédito que se obtendrá de esta propuesta productiva”; pero, “se sabe que el arroz agroecológico duplica el valor que tiene el arroz convencional en el mercado”, puntualizó el ingeniero Rodolfo Vicino, de la delegación San Javier del Ministerio de la Producción de Santa Fe.
Se prevé un techo de producción de 5 toneladas de arroz cáscara -1 tonelada menos de las que se obtienen cuando se hace arroz convencional- por productor. Se destinará al autoconsumo para luego comercializarlo de forma fraccionada en paquetes de 1 kilo. Obviamente, “esta producción deberá ser acompañada con la promoción adecuada para brindar un conocimiento básico de este producto a la población”.
Esta producción deberá ser procesada en pequeños molinos arroceros que cuentan con máquinas para separar la cáscara del grano, con la finalidad de disponer de los subproductos como afrechillo, cáscara y harina de arroz.
Durante el primer año, esta experiencia “estará basada en el aprendizaje”; mientras que en 2009 cuando se instalen las bombas -se adquirirán por medio del crédito que dará el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación- “se podrán hacer pequeñas chacras de 2 ó 3 hectáreas por productor, con la expectativa de obtener entre 20 y 30 toneladas para la campaña 2009-2010”, señaló Vicino.
Puntos clave
Para llevar adelante esta producción, se debe realizar un adecuado uso del suelo, del agua y de los nutrientes provenientes de la materia orgánica de la tierra, sin agregar agroquímicos; y hay que contar con las semillas adecuadas, los terrenos que puedan acceder a una fuente de agua para riego y suelos bajo.
En un plazo de 5 años estas experiencias se podrán trasladar a todo el corredor costero de la provincia, sin descartar otras regiones que dispongan fuentes de agua sin tenor de sales para el riego del cultivo.
Al respecto, Vicino resaltó que “el costo para el desarrollo del arroz agroecológico es bajo comparado con el arroz convencional dado que no se usan agroquímicos”. Además, “la base de su producción radica en la demanda de mano de obra ya que las tareas (incluyen la carpida para limpieza de malezas, el control del riego y la cosecha) son esencialmente no mecanizadas.
Para Vicino, “la rentabilidad de este tipo de arroz se ajustará a los distintos niveles de rendimiento; pero, en general, se apunta a rescatar la “mistica’ del trabajo rural de los productores que han quedado fuera del circuito productivo en la escala para obtener la sustentabilidad de la producción”.
Los pequeños productores que participaron de esta jornada recorrieron la zona donde se están haciendo las primeras pruebas de este producto.
Foto: Delegación San Javier del Ministerio de la Producción de Santa Fe