Sobre la ruta nacional N° 11, a la altura del kilómetro 454, se erige la dolorosa imagen actual de lo que fuera una de las principales fuentes laborales de la zona. De la planta donde funcionara la automotriz Fiat -un complejo que abarca 77 hectáreas con una superficie cubierta de 104.000 metros cuadrados- en jurisdicción de Sauce Viejo y que diera trabajo a más de 4 mil empleados, sólo queda la estructura que sostiene los galpones.
Delincuentes comunes se encargaron, durante largo de tiempo, de desguazar las instalaciones organizándose para ejecutar el saqueo y la posterior venta del botín que obtuvieran -chapas, maquinarias, cables, vigas y columnas- en desarmaderos de la ciudad.
La desidia de las autoridades y el estado de abandono que ganó al edificio desde el cese de las actividades, en el año 1990, allanaron el camino para que los grupos delictivos iniciaran un verdadero trabajo "de hormiga" que terminara por devastar los tres galpones de unos cien metros cuadrados, más otros de menor dimensión esparcidos por el área que otrora se dedicaba a la fabricación de tractores, motores y camiones.
Desde el cierre definitivo de la planta, los vecinos de la zona empezaron a observar camiones, camionetas, colectivos y automóviles, que llegaban al lugar por los caminos vecinales, para llevarse lo que encontraran.
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