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Sucesos: SUCE-05

Robaron un féretro en el cementerio de Chacarita


Buenos Aires.- Una mujer denunció ante la Justicia porteña el robo del féretro que contenía los restos de su padre, un teniente de Navío de la Armada Argentina fallecido en 1966.

Mediante un comunicado, la denunciante, Elina Blanch, dijo que el ataúd con los restos del teniente de navío retirado José Ramón Blanch fue sustraído del nicho 619 del Panteón Naval, ubicado en el cementerio de la Chacarita, en donde estaba alojado, siendo reemplazado por otro de características absolutamente diferentes.

Al respecto, Marcelo Parrilli, abogado patrocinante de la familia Blanch, dijo que "la señora Blanch ha presentado la denuncia ante el Juzgado en lo Correccional Nro.5 de esta Capital, a cargo de la juez Elena Frilocchi, al comprobar que fue cambiado el féretro que contenía los restos de su padre, fallecido el 1° de mayo de 1966".

"El delito, evidentemente, fue perpetrado para obtener un beneficio económico, ya que el féretro que contenía los restos de Blanch, de importante valor, fue reemplazado por otro de valor corriente".

Sin resultados


La señora Blanch señaló en su denuncia que "lamentablemente, ninguna de las gestiones que cumplí ante las autoridades de la Armada, destinadas al cuidado del Panteón Naval, arrojó hasta la fecha resultado satisfactorio".

Agrega la denunciante que cuando puso en conocimiento del hecho al entonces presidente del comité de panteones, capitán de navío Carlos César Ricaldoni, en el Centro Naval, éste le respondió que "si en este país se sustraían niños recién nacidos en los hospitales para ser vendidos o pedir luego dinero por ellos, no era raro que hubiera ocurrido un hecho como el que yo le manifestaba con relación a los restos de mi padre".

Y agregó que "me dijo que ya vería la manera de recuperar los restos y que tenía que realizar distintas gestiones".

Sorpresivamente, el gerente de La Capital, empresa que tiene contratados la totalidad de los servicios de sepelio con la Armada, reconoció en un informe dirigido al Juzgado que el féretro que actualmente se encuentra en el nicho 619 es el que la mencionada firma vendió a los familiares del teniente Blanch.

Testigos


Al impugnar este informe, Blanch señaló que el día en que el Gerente de la empresa La Capital, Alberto Rubén Cámara, realizó la inspección, ella volvió a comprobar que el féretro que estaba en el nicho no era el que contenía los restos de su padre, aunque había sido cambiado nuevamente en relación con el que ella viera al momento de efectuar la denuncia.

Blanch señala que son numerosos los testigos, entre familiares y allegados, que pueden dar detalles sobre las características del ataúd que contenía los restos de su padre, ya que en marzo del año 2000, cuando el nicho fue abierto para colocar una urna con las cenizas de su madre, fue acompañada por ellos y, en ese momento, vieron que el féretro era el que ahora desapareció. Estas personas han sido ofrecidas como testigos en la causa.

Se solicitó también al juzgado que selle el nicho 619 hasta que se realice una inspección ocular del mismo, en presencia de los testigos propuestos, a fin de que éstos puedan certificar que el féretro de su padre ha sido sustraído.

Responsables


Esta medida se funda en el "dominio de hecho que tienen sobre el mismo quienes, de comprobarse la sustracción del féretro, aparecerían como directos responsables de los ilícitos investigados".

En la presentación efectuada ante el Juzgado se concluye señalando que "como no escapará al criterio de V.S., la cuestión relativa al robo del féretro no es el centro de esta investigación, sino que se encuentra subyacente la posibilidad, de verificarse la sustracción o cambio del féretro, de que los restos que se encuentran en el interior del mismo no sean los de mi padre...".

El hecho reviste particular gravedad por cuanto, de comprobarse, se trataría evidentemente de un modus operandi que es dable presumir se haya practicado con habitualidad en el Panteón Naval. (Télam).





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