Vecinos y autoridades comunales de Desvío Arijón no ocultan su preocupación por la contaminación de las napas de agua a raíz de la cercanía con los pozos negros.
La localidad ubicada sobre la ruta nacional 11, a 35 Km. al sur de la capital santafesina, tiene 4.500 habitantes y su presidente comunal Luis Alberto Julia realizó una advertencia en diálogo con El Litoral. "El agua que tomamos aquí es un desastre. Es un problema grave, hay niveles de contaminación altísimos, principalmente en Desvío Arijón y Caima -los dos barrios más poblados del distrito-, y estamos esperando que estalle la bomba. Nos cansamos de reclamar por este tema; acá en algún momento va a ocurrir algo grave".
Esa bomba a la que aludió el jefe comunal se rompió en el año 1999, y los alumnos de un establecimiento escolar debieron ser atendidos por inconvenientes de salud causados por el agua que toman cuando van a clases.
Desde aquel episodio, en la escuela se emplea un purificador, "pero los chicos salen de la escuela y toman agua contaminada en sus casas", explicó con preocupación Julia.
Sin embargo, lo que resulta inconcebible es que existe un anteproyecto técnico, eligiéndose el terreno donde instalar la planta potabilizadora y hasta existió la posibilidad de contar con recursos para ejecutar la obra hace dos años, pero todo fracasó "por diferencias políticas", según reconocieron el titular comunal y los miembros de la Cooperativa de Agua Potable.
Tanto para los pocos que pueden comprar bidones con el vital elemento como para el resto -la mayoría- del pueblo, el agua potable es una histórica demanda y una necesidad que urge para dignificar la calidad de vida de sus habitantes. (Desvío Arijón, enviada especial) Más información en REGIONALES.